La pelota en el tejado

EL SEGUNDO sondeo de opinión realizado por el instituto Alef para EL PAÍS respecto a las intenciones del voto ciudadano en el referéndum convocado para el próximo 12 de marzo sobre la permanencia de España en la OTAN muestra que se mantiene -aunque debilitadoel predominio de los noes frente a los síes. Se ha producido, sin embargo, una inflexión en relación con la encuesta realizada hace sólo 15 días, que ofrecía unos resultados todavía más adversos para la pregunta gubernamental. En este lapso, la abstención, los indecisos y el voto en blanco avanzados por el sondeo más reciente apenas modifican los resultados facilitados por la encuesta anterior.Las tentativas de descalificar las encuestas, bastante generalizadas entre la clase política, no suelen basarse en la crítica de sus aspectos técnicos, sino que se hacen descansar, cuando les resultan desagradables, sobre las intenciones. En un sistema democrático, la opinión pública suele modificar sus criterios, a lo largo de una campaña electoral, en función de los cambios de posición de los actores políticos, de las argumentaciones que le son presentadas y de la capacidad de convicción de los líderes. Las encuestas pueden ayudar también a hacerlo.

La comparación entre los dos sondeos del instituto Alef sobre,el referéndum, distanciados temporalmente por dos semanas, muestra que la pelota continúa en el tejado y que el Gobierno deberá pelear hasta el último segundo para apuntarse la victoria que hoy parece más posible. Según los sondeos, si el referéndum sobre la OTAN se hubiese celebrado el pasado 20 de febrero, los noes hubiesen sobrepasado en nueve puntos porcentuales a los síes; y si esa consulta hubiera tenido lugar el 4 de febrero, la diferencia a favor del rechazo habría sido de 18 puntos. De aquí al 12 de marzo, y pese a que el voto negativo continúa siendo ganador y prefigura la derrota del Gobierno, todo puede suceder. Un dato significativo es que un 44,8% de los encuestados (y un,60,2% de los votantes tradicionales de Alianza Popular) cree que el Gobierno mantendrá a España en la OTAN cualesquiera que sean los resultados del referéndum.

No resulta fácil interpretar el descenso del no y el incremento del sí a lo largo de los 15 días que separan temporalmente las dos encuestas. La interpretación según la cual se habría producido un trasvase directo entre ambos campos parece demasiado simplista, aunque no es descartable. Puede suponerse que tanto el trabajo realizado en los últimos días por el presidente del Gobiemo como las torpezas de los líderes de la oposición ayudan a explicar ese movimiento de votos, en medio de la confusión generalizada de los manifiestos y las actitudes ideologizantes en tomo al tema.

El sondeo muestra también que la campaña del Gobiemo comienza a hacer mella entre los ciudadanos que apoyaron al PSOE en las últimas elecciones. Dentro de ese conjunto, aumentan las intenciones de voto favora bles al sí y descienden las partidarias del no. El rechazo mayoritario de los jóvenes entre los 18 y los 24 años se mantiene.. El ligero aumento de la confianza del electo rado en las tres cualificaciones propuestas por el Go biemo para nuestra permanencia en la OTAN marcha también en favor de una reducción del espacio que sepa ra el no del sí.

Nada de esto permite al Gobierno sentirse optimista, pero puede ayudarle al menos a salir de la depresión en que tuvieron que sumirle sondeos anteriores. No cabe duda de que la campaña que comienza esta semana posee más importancia que ninguna otra en las que haya participado el cuerpo electoral. La dificultad de Felipe Gónzález proviene, entre otras cosas, de que pretende que en el plazo de un mes escaso la mayoría de los españoles asuma un cambio de opinión que él necesitó tres años para realizar.