_
_
_
_

Misión imposible norteamericana

Reagan pidió lo imposible y se en cuentra ahora con un lío también imposible. El presidente dijo a Ferdinand Marcos que llevara a cabo unas elecciones "libres y limpias". Marcos ejecutó los movimientos debidamente, pero como su maquinaria está oxidada y vieja la farsa quedó ridículamente patente. Ahora Reagan no puede deshacerse del problema diplomático creado en Estados Unidos. ¿Cómo puede un país ligado con un fervor casi espiritual a la democracia sostener a dictadores achacosos que no entienden el significado de esta palabra? ( ...)Pudo haber tenido en cuenta, cuando Marcos fue empujado a las elecciones, que podía triunfar, que podía conseguir -para su desgastado régimen la suficiente legitimidad aparente como para que Estados Unidos continuara aportando fondos. No ha sido así. Esta vez el fraude ha sido un enredo: incluso los impasibles asesores republicanós regresaron a casa avergonzados. En uno o dos momentos, un meditabundo Reagan trató de afrontar con descaro el desastre. Afirmó que habían existido prácticas dudosas "por ambas partes". ( ... )

Mientras tanto, las bases de la política exterior de EE UU, con todos sus himnos a la libertad, es tán terriblemente expuestas desde Detroit a Dhaka. ( ... )

Se da una ironía que puede proporcionar a Reagan un poco de consuelo. Sus enemigos en Washington libran una batalla en los mismos términos. Los demócratas y los republicanos no dicen que Washington deba retirarse del papel que se ha autoimpuesto como hermano mayor de Filipinas. Hacen campaña para que Aquino se convierta en presidenta y Marcos sea rápidamente derribado. Son, a su manera, tan intervencionistas como Reagan y Shultz. Proclaman conocerqué es lo mejor para millones de filipinos independientes.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

18 de febrero.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_