El arzobispo de Turín incrementa el número de exorcistas ante el aumento de personas 'endemoniadas'
El cardenal de Turín, Anastasio Ballestrero -ex presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y considerado como uno de los hombres más significativos del progresismo eclesial de su país-, ha decidido aumentar el número de exorcistas de su diócesis. En la ciudad de la Fiat, conocida también como la mayor ciudad del Sur por el gran número de emigrados meridionales que la pueblan, ha crecido últimamente de forma impresionante la fiebre del diablo y el número de endemoniados.
Ballestrero ha dictado una nota pastoral publicada en la Voce del Popolo, órgano oficial de la curia. El decreto no ha revelado los nombres de los nuevos exorcistas encargados de echar los demonios de las personas que lo soliciten al sentirse poseídos por el Belcebú, príncipe de las tinieblas. Según el diario La Stampa, el número de los nuevos exorcistas es de "media docena".Franco Peradotto, vicario general de la diócesis turinesa, indicó que el nombramiento de nuevos exorcistas responde a dos exigencias: la de sustituir algunos de los exorcistas ya ancianos y la de escuchar las numerosas peticiones, provenientes de los fieles, de un sacerdote que les ayude a liberarse de los demonios que se han adueñado de sus cuerpos.
Crisis de valores
Lo cierto es que en Turín, en los últimos tiempos, ha aumentado considerablemente, el número de iglesias dedicadas a Satanás, los magos de todo tipo, los mediums y las sesiones de espiritismo.Según la curia, en la mayoría de los casos, más que verdadera posesión diabólica, lo que existe, en esta época de crisis de valores y de gran soledad, es la "psicosis del demonio". Pero se trata, indudablemente, de un hecho real, por lo que la Iglesia prefiere que, si un fiel creyente siente la exigencia de liberarse de un demonio verdadero o falso, acuda al sacerdote mejor que al medium.
En Italia existe un exorcista o dos en cada diócesis. En Turín existían tres, pero ya no ejercían, bien por enfermedad o por ser ya de edad muy avanzada.
Según el sacerdote Ugo Soroglia, de 72 años, ex exorcista de la diócesis de Turín, los casos de verdadera o falsa posesión diabólica han aumentado mucho en Turín en estos últimos tiempos y "cada día se celebra, por lo menos, una misa negra".
Soroglia asegura que la posesión diabólica se manifiesta con los signos siguientes: "El rostro y la voz del endemoniado cambian radicalmente, posee una fuerza física increíble, blasfema, pisotea su propia dignidad y, a veces, habla lenguas extranjeras que nunca estudió".
Instrumentos
Los instrumentos usados por los exorcistas para echar del cuerpo de un fiel al demonio o a los demonios son el agua bendita, la señal de la cruz y la recitación de unas oraciones del ritual romano, con las cuales se les ordena a los demonios que, en nombre de Dios, abandonen el cuerpo del poseído.Según las estadísticas, en Italia, los casos de endemoniados entre las mujeres superan en un 50% a los que se dan entre la población masculina. Por otro lado, se asegura que la eficacia del exorcista depende de su grado de santidad.
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