Golpes contra la democracia

A. O., La salvaguardia de la democracia como uno de los objetivos de la OTAN está contenida en el preámbulo del Tratado del Atlántico Norte, texto al que se sumó desde un principio la dictadura portuguesa de Salazar en 1949, y que no impidió el golpe de los coroneles en Grecia ni repetidos golpes de Estado en Turquía.

"Determinados a salvaguar dar la libertad de sus pueblos, su herencia común y su civilización, basados en los principios de la democracia, las libertades individuales y el imperio de los pueblos", esta es la referencia a la democracia del preámbulo del tratado. Portugal no participó en su redacción. Sin embargo, se le invitó a firmar después como miembro fundador de la OTAN, dado el apoyo de Lisboa a los aliados contra el eje durante la II Guerra Mundial y el interés estratégico que presentaba Portugal y, sobre todo, sus islas.

En la OTAN ante todo suelen primar las consideraciones geopolíticas y geoestratégicas. Así, en privado, un militar norteamericano señaló que "no deben los españoles esperar que la OTAN sea una garantía para la estabilidad de la democracia". Cabe recordar que, ante el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, cuando España aún no estaba en la OTAN, el entonces secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, comentó que era un "asunto interno español".

En abril de 1967, Grecia no dejó la OTAN tras el golpe de los coroneles, y la Alianza poco pudo hacer para impedir esa dictadura. De hecho, los coroneles utilizaron para su golpe un plan elaborado por la OTAN, el plan Prometeo, contra la subversión interna en caso de guerra. Los repetidos golpes de Estado en Turquía, si bien han provocado cierto embarazo a la OTAN, no han podido ser evitados por el hecho de la pertenencia a la Alianza.

El último incidente en este ámbito tuvo lugar en enero de 1985. Las autoridades griegas protestaron ante el Comité Militar de la Alianza porque el colegio de defensa de la OTAN en Roma, en unos ejercicios teóricos, simuló un golpe de Estado en Grecia por parte de las fuerzas armadas con apoyo de agentes extranjeros al día siguiente de una teórica victoria electoral de la izquierda.