Los obispos ponen en duda Ias condiciones del referéndum

La Conferencia Episcopal Española publicó ayer un documento en el que expresa serios reparos al referéndum convocado por el Gobierno para decidir sobre la pertenencia de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Según los obispos españoles, el referéndum presenta aspectos "preocupantes" especialmente el relativo a la complejidad de la pregunta y la dificultad de que el pueblo llegue a alcanzar un conocimiento suficiente de lo que está en juego. El documento también duda del valor que el Gobierno vaya a dar al resultado y afirma que si no se disipan las ambigüedades, "nos encontraríamos ante una verdadera manipulación política".

El documento, titulado Actitudes éticas ante el próximo referéndum, fue encargado por la Comisión Permamente a la secretaría general hace menos de dos semanas, y lo hizo público ayer el portavoz de la Conferencia Episcopal, el sacerdote Joaquín Luis Ortega, sin que ningún obispo asistiera al acto.Ortega afirmó que con el documento la Iglesia se limitaba a dar unos elementos de juicio a los cristianos, sin definirse en ningún sentido, añadiendo que sería erróneo interpretarlo como una llamada a la participación en el referéndum. "Se puede interpretar como un llamamiento a la responsabilidad, sin pronunciarse sobre opción alguna", dijo. "Esa responsabilidad ha de concretarse en el sí, el no, el voto en blanco o la abstención", explicó.

En el documento los obispos españoles muestran su preocupación por que el referéndum se esté transformando en "una confrontación política de partidos, con las consiguientes ambigüedades y perplejidades para el votante".

La redacción del documento ha corrido a cargo de la secretaría general del episcopado, al frente de la cual se encuentra el obispo Fernando Sebastián. La aprobación definitiva por el resto de los miembros de la Comisión Permanente debió realizarse por correo, ya que la Comisión Permanente no se ha vuelto a reunir.

Fernando Sebastián forma parte de la Comisión Permanente y el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal y está considerado como uno de sus miembros más influyentes. Según medios eclesiásticos, Sebastián encabezaría una de las dos grandes líneas en que se mueve el episcopado español. La otra línea, mucho más cercana a la Nunciatura, y aún más conservadora, es la del cardenal arzobispo de Madrid, Ángel Suquía.

El Gobierno no se manifestó ayer sobre el documento. Tras la reunión del Consejo de Ministros, el portavoz del Ejecutivo, Javier Solana, afirmó: "Es voluntad del Gobierno no hacer ningún comentario, al menos durante el día de hoy, sobre la declaración".

El presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, consideró "muy ajustada a lo que debe ser la misión de los obispos" la nota de la secretaría general de la Conferencia Episcopal Española, congratulándose de que no pidan el voto ni deslegitimen ninguna de las opciones.

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