El dólar, por debajo de 150 pesetas, mientras sigue la caída del petróleo

El presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y ministro de Energía de Venezuela, Arturo Hernández Grisanti, se entrevistó ayer en Madrid con el presidente del Gobierno, Felipe González. En unas declaraciones a este periódico, Hernández Grisanti manifestó que expuso a González la difícil situación que atraviesa la OPEP, así como la colaboración que precisa de los países consumidores para detener la caída del precio del crudo. Ayer, el petróleo brent del mar del Norte perdió 1,50 dólares, mientras el dólar descendía, por vez primera en dos años, por debajo de las 150 pesetas.El crudo, cuyo precio había remontado casi tres dólares en los mercados libres el lunes pasado, nuevamente torció su tendencia en la jornada de ayer. La preocupación de los productores ante el hundimiento de las tarifas de su principal materia prima llega a un punto que ha forzado al presidente de la OPEP a incluir a los países consumidores en el viaje que realiza por diversas capitales en búsqueda de apoyo a sus tesis sobre la necesidad de estabilizar el mercado.

Hernández Grisanti rechazó, de otro lado, los rumores que circularon ayer en Madrid vinculando su viaje con un aparente deseo de Venezuela de participar en el capital de alguna refinería española como anzuelo, o compensación, por el esfuerzo que España realizaría si se decide a incrementar sus compras de crudo venezolano. Los indicios sobre un posible acercamiento de Explosivos Río Tinto (ERT) a empresas venezolanas para ceder su refinería de Huelva han surgido como continuación de los que ha mantenido otra sociedad española, CEPSA, con empresas árabes y venezolanas. No obstante, el interés técnico que ofrece la refinería de Huelva para Venezuela es mínimo, según fuentes consultadas, debido a su escasa conversión catalítica.

La caída del dólar fue atribuida a las expectativas del mercado sobre la política de tipos de interés de la Reserva Federal norteamericana. Nadie espera una subida de los tiempos en EE UU en unos momentos en los que cae el precio del petróleo.

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