30 empleados de la comisión oficial de recuento de votos abandonan su puesto como protesta contra el fraude

Treinta empleados -28 mujeres y dos hombres- de la Comisión Electoral odicial de Filipinas (Comelec) abandonaron anoche sus puestos en protesta por las irregularidades cometidas al tabular los datos de las elecciones presidenciales del pasado viernes, 7 de febrero. El grupo, un equipo completo de una sección encargada de revisar los resultados del recuento de votos, se llevó consigo unos discos de ordenador en los que aseguraban tener evidencias de los intentos oficiales de manipular los resultados de los comicios.

"Se nos utiliza para hacer trampas", declaró entre sollozos una de las jóvenes empleadas a la salida del centro de control donde trabajaba en el recuento por ordenador de los sufragios. Los empleados señalaron que las cifras introducidas en la computadora no coincidían con las de los resultados parciales que aparecían en los paneles expuestos al público.A su salida del centro de recuento, los 30 empleados eran esperados por unos coches que les condujeron a la iglesia donde el cardenal Jaime Sin había oficiado horas antes una misa a la que asistió Corazón Aquino. La candidata opositora señaló en su intervención allí, ante 5.000 personas, que "a pesar de todas las trampas y violencias, la justicia prevalecerá.

La Comelec, que el sábado dió una ligera ventaja a la candidata opositora a la presidencia, Corazón Aquino, informó ayer de que el actual presidente y también candidato, Ferdinand Marcos, aventajaba a su rival.

Según la Comelec, cuando se había escrutado el 43% de los sufragios, Marcos contaba con 5.846.865 votos y Aquino con 5.395.860. En una conferencia de Prensa, Jaime Opinión, uno de los nueve miembros de la Comelec, señaló que esos resultados parciales habían sido recibidos por teléfono, radio y telégrafo. Hasta ese momento, no habían aparecido registrados en los paneles públicos de la propia comisión.

Estos resultados parciales difieren de los facilitados casi al mismo tiempo por el Movimiento Nacional de Ciudadanos para unas Elecciones Libres (Namfrel), grupo independiente apoyado por la Iglesia católica que desplegó más de 500.000 voluntarios por todo el país el día de las elecciones. Namfrel señaló que, con el 46% de los votos escrutados, Cory estaba a la cabeza con 5.286.585 y Marcos tenía 4.521.070.

Los resultados contradictorios de las dos organizaciones han sembrado la confusión y provoca do tensiones desde la conclusión de la votación, calificada por numerosos observadores como un de las más violentas y fraudulenta conocidas por el país.

El senador norteamericano Richard Lugar, que encabeza una delegación de observadores enviada por la Administración de Ronald Reagan, afirmó ayer: "No tenemos mucho que observar cuando no hay cifras, ni resultados, ni recuento rápido". Tanto la delegación estadounidense como otra que representa a 19 países aprobaron los resultados facilitados por Namfrel y acusaron a la Comelec de haber manipulado las cifras para favorecer al presidente saliente, lo que los responsables de la comisión gubernamental de control desmintieron oficialmente.

De cualquier forma, la última palabra sobre el vencedor de las elecciones la tiene la Asamblea Nacional (Batasang Pambansa) que hoy lunes iniciará su escrutinio, según informó su portavoz, Nicanor Yíquez. Las dos terceras partes de los diputados pertenecen al partido de Marcos.

Comelec y Namfrel interrumpirán sus recuentos una vez que la Asamblea Nacional de a conocer su resultado oficial, anunció ayer la televisión gubernamental.