La 'semana grande'

"Ya ve usted, yo soy de los que escriben personalmente sus discursos; es algo que no todos pueden decir". Manuel Fraga enseña orgullosamente los 30 folios manuscritos del discurso que pronunciará esta tarde, ante el pleno del Congreso, en respuesta a la apertura del debate sobre seguridad exterior, que correrá a cargo del presidente del Gobierno, Felipe González.Aunque Fraga se muestra fiel a su inveterada tradición de "no adelantar acontecimientos", y menos a la Prensa, todos en la sede central de Alianza Popular (AP) apuestan por que el discurso será un ataque muy duro a la política general del Gobierno socialista. La Coalición Popular, en general, y el líder de AP, muy en particular, han convertido la sesión parlamentaria de esta semana -sin duda, la que más expectativas ha generado en toda la legislaturaen un nuevo pistoletazo de salida de la ya larga precampaña que desembocará en las elecciones generales, que Fraga y sus hombres sitúan preferentemente en junio.

"Felipe González se parece cada vez más al presidente de un país tercermundista y menos a un jefe de Gobierno europeo", afirma Fraga, refiriéndose al planteamiento con que el Gobierno ha abordado el tema del referéndum, auténtico punto central del debate que hoy se inicia en el Congreso de los Diputados.

La propia configuración del debate, en el que Fraga anuncia que llevará "todo el peso principal" por parte de la oposición popular, y la celebración inmediatamente después -a partir del viernes- del séptimo congreso nacional de AP convierten a la presente en la semana grande del jefe de la oposición, que, "eso no tiene duda", reavivará a partir de este congreso la campaña Fraga-86 iniciada a raíz de las elecciones gallegas.

Incluso el carácter multitudinario del séptimo congreso aliancista -que se clausurará con una cena a la que asistirán 15.000 comensales- le confiere un aire preelectoral. Cada vez más rodeado de asesores de imagen -el último que, probablemente, se incorporará al equipo será el hombre que llevó la campaña de Cavaco e Silva y de Freitas do Amaral en Portugal-, Fraga se esfuerza por aparecer crecientemente mesurado, tranquilo y optimista. "Hoy estamos en uno de los mejores momentos de los últimos 200 años" en lo que se refiere a intentos de organizar la derecha o el centro derecha en este país, asegura.

Para Fraga y sus colaboradores más cercanos, estos meses, en los que se cumple el décimo aniversario de la creación de AP, suponen una gran oportunidad: "Si no hubiera habido AP, y en pleno hundimiento de UCD, la victoria de los socialistas en 1982 habría sido mucho mayor, y eso es algo que nadie deseaba".

Fraga permanece aparentemente ajeno a la política de pasillos que está generando la muy probable introducción de listas abiertas para la elección del comité ejecutivo en el congreso de AP. Se negocian votos provincia a provincia, los actuales dirigentes hacen relaciónes públicas entre los compromisarios en busca de la reelección y hasta el vicepresidente y director del gabinete de estrategia del partido, Alfonso Osorio, realizó anoche un esfuerzo de imagen aprovechando su intervención en la tribuna del Club Siglo XXI.

Según comentan medios aliancistas, a Fraga le han recomendado mantenerse al margen de la lucha interna, aceptar con una sonrisa el resultado de la votación que surja de su séptimo congreso y concentrarse en practicar una "política de Estado".

Fraga, que ya de antemano rechaza las inevitables especulaciones sobre posibles delfines que acompañan al desarrollo del congreso de su partido, sigue, según sus colaboradores, preparándose a conciencia para las elecciones legislativas de este año, "que acaso van a ser las más trascendentales de su vida política", según comenta un vicepresidente de AP.