El Gobierno somete a referéndum el 12 de marzo su decisión de permanecer en la OTAN

El Gobierno envió ayer a las Cortes el decreto de convocatoria del referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. En el decreto, que deberá ser aprobado por el Congreso de los Diputados la semana próxima, durante el debate sobre seguridad exterior, se contiene la fecha de celebración de la consulta popular -12 de marzo- y la pregunta que será formulada a los españoles, y que ayer mereció duras críticas por parte de la oposición. Tanto los conservadores como la izquierda consideran que esta pregunta es poco clara, plebiscitaria y fraudulenta.

Conforme a las líneas generales adelantadas ya en diversas filtraciones periodísticas, la consulta a los españoles consistirá en una exposición de la decisión del Gobierno de mantener a nuestro país en la Alianza Atlántica como lo más "conveniente a los intereses nacionales", aunque prohibiendo la instalación de armas nucleares en suelo español, permaneciendo fuera del comando integrado de la OTAN y reduciendo progresivamente la presencia militar de Estados Unidos. La pregunta propiamente dicha, que figurará a continuación en la papeleta de voto, interroga al electorado si "considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica" en los términos arriba expuestos.Esta formulación de la pregunta fue considerada "un inmenso fraude" a la opinión por el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, y en el mismo sentido abundaron los otros líderes de la Coalición Popular. Fraga, que anoche intervino en TVE para explicar su postura favorable a la abstención activa en el referéndum, dijo que "es importante que nuestra gente, que claramente no quería votar sí, no vote claramente que no, así que hay que mantener la abstención".

En el otro extremo del arco parlamentario, el secretario general del Partido Comunista de España, Gerardo Iglesias, calificó la pregunta de "clamoroso intento de engañar a la opinión pública".

En el ámbito internacional, destaca la reacción de la agencia soviética Tass, que al comentar el anuncio del referéndum, dijo que supone "un retroceso" respecto a la postura mantenida antes de las elecciones de 1982.

Guerra presentó a los medios informativos el decreto de convocatoria del referéndum y también la comunicación que el Gobierno envió paralelamente a las Cortes, para el debate sobre seguridad exterior que comienza el martes; será, por tanto, un debate doble, que concluirá con la votación sobre la autorización al Gobierno para que celebre la consulta popular. El vicepresidente negó que el Ejecutivo piense disolver las Cámaras si pierde esta consulta. Sin embargo, reiteró que se sentirá "política y mo ralmente" vinculado por el resultado de la votación del miércoles 12 de marzo.

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