El Gobierno "no tiene por qué" disolver las Cortes si pierde el referéndum, según destacados dirigentes del PSOE

FERNANDO JÁUREGUI, El Gobierno "no tiene por qué" disolver las Cámaras legislativas si pierde el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, aunque sí se sentirá moralmente vinculado por el resultado y procedería, en caso de triunfar el no en la consulta, a denunciar el Tratado de Washington, dijeron ayer medios de la dirección del PSOE y de la Moncloa. Un relevante cargo de la Presidencia del Gobierno dijo que las recientes declaraciones del portavoz gubernamental, Javier Solana -según las cuales primero se iniciaría el proceso de salida de la Alianza Atlántica y después se disolverían las Cortes-, eran una mera "opinión personal".

El triunfo de la votación negativa a la permanencia de España en la Alianza Atlántica significaría, según estos medios, una segura salida de España de la OTAN, "sin recurrir a ningún tipo de maniobra para quedarnos". Nuestro país se quedaría, en tal caso, en la situación anterior a la de mayo de 1982, cuando ingresó en la Alianza, es decir, ligado a la defensa occidental mediante los pactos bilaterales con EE UU.Las fuentes socialistas y gubernamentales que informaron a EL PAÍS subrayaron que "no necesariamente" tendrían que ser disueltas las Cámaras legislativas en el caso de que el Gobierno perdiese el referéndum, indicando que las declaraciones de Solana en sentido contrario fueron sólo "una opinión personal", y que el vicepresidente Alfonso Guerra, que también apuntó hace tres semanas esta hipótesis, se refirió tan sólo "a una posibilidad entre otras varias".

Un miembro de la comisión ejecutiva del PSOE añadió, por su parte, que el partido deberá convocar un congreso extraordinario, en caso de perder el referéndum, para debatir el punto concreto referente a la política exterior con vistas al programa electoral. Este dirigente socialista consideró "fuera de dudas" que, en el supuesto de tener que recurrir a este mecanismo, el PSOE se pronunciaría en favor de sus tesis actuales, de mantenimiento de España en la Alianza, fuera del mando militar integrado de la misma. En cualquier caso, cifró en "alrededor de un 10%" las posibilidades de que el Gobierno sea derrotado.

Por su parte el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval, afirmó ayer que el riesgo de permanecer o no en la OTAN, que se dirimirá en referéndum el próximo mes de marzo, recaerá sobre el pueblo español. "Es el pueblo quien asume la responsabilidad, y ésa es la grandeza de la democracia", afirmó Martín Toval. El responsable socialista aseguró, con toda contundencia, que sea cual fuere el resultado de la consulta, el Gobierno lo acatará. "Si el referéndum se pierde, hay que tramitar inmediatamente la salida de la Alianza, lo que no quiere decir salir, porque eso depende de la propia organización atlántica y de los Estados miembros", matizó.

Publicidad institucional

Los socialistas iniciaron ayer formalmente su precampaña ante el referéndum, si bien continuaron manteniendo un gran hermetismo sobre el eslogan, cantidad a gastar y otros detalles técnicos de la que será su campaña propiamente dicha. Ni siquiera en las reuniones preparatorias con altos cargos del partido se han desvelado estos extremos, que según los responsables de la campaña "aún no están completamente decididos", lo mismo que tampoco está decidida la duración de la campaña formal. Ayer la agencia Europa Press informaba que el Gobierno destinará 650 millones en publicidad institucional para pedir la participación en el referéndum.

La ejecutiva del PSOE se reunió ayer para debatir la marcha de esta campaña. Ayer, el presidente de la Federación Socialista Madrileña, José Acosta, dijo que serán unos 300 los actos que se organicen en Madrid con motivo de la campaña, y recalcó que también los miembros de Izquierda Socialista participarán indirectamente en ella, aunque no en los mítines: el diputado Carlos López Riaño, por ejemplo, dijo, estará encargado de una mesa el día del referéndum.

También la Junta Directiva Nacional de Alianza Popular centró ayer su reunión en la discusión de los "criterios y medidas a adoptar por el partido" ante el referéndum sobre la OTAN. AP denunció que la celebración del referéndum en día laborable puede suponer "coacciones y presiones de índole laboral" para que los trabajadores acudan a votar. Según el secretario general adjunto del partido aliancista, Carlos Robles Piquer, la junta directiva criticó la actitud de Luis Olarra -quien expresó públicamente su intención de votar sí en el referéndum-, por su "falta de solidaridad y disciplina". Robles Piquer agregó que el Gobierno no debe hacer una campaña institucional para promover la participación. "Tenemos sospechas", precisó, "de que se preparan cientos de millones para una campaña de este tipo por vía postal".