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CIENCIA

El 'Voyager 2' descubre nueve pequeñas lunas de Urano

El descubrimiento de nueve pequeñas lunas, de la existencia de emisión radioeléctrica y de nubes sobre la superficie de Urano son algunos de los primeros logros del paso por las cercanías de este lejano planeta de la nave no tripulada Voyager 2, que ayer se acercó a 82.000 kilómetros de su superficie antes de proseguir, viaje hacia Neptuno, al que llegará en 1989. Los científicos y técnicos se mostraron muy satisfechos del comportamiento de la nave, cuyos instrumentos funcionaron perfectamente.

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De la regularidad del movimiento de los astros y de la exactitud de los cálculos realizados por los científicos da fe el hecho de que la máxima aproximación a Urano se produjo solamente un minuto antes de la hora inicialmente prevista por los técnicos que planearon la misión hace cinco años.José Manuel Urech, ingeniero jefe de la estación de Robledo de Chavela, una de las tres estaciones de la agencia espacial norteamericana que siguen el viaje del Voyager 2, señaló en la tarde de ayer: "Todo ha ido incluso mejor de lo que esperábamos".

Últimas órdenes

El complejo de Robledo, estación llevada por personal español, inició el contacto con el vehículo en esta fase culminante a las cinco de la mañana de ayer y lo mantuvo hasta primeras horas de la tarde. El control pasó entonces a la estación de California y, posteriormente, a la de Australia. Durante el contacto, séñaló Urech, se dieron al vehículo las últimas órdenes antes de la máxima aproximación.El momento de la máxima aproximación del Voyager 2 al planeta se produjo alrededor de las siete de la tarde (hora peninsular española) y las imágenes y datos más importantes fueron captados en las cuatro horas anteriores y las dos posteriores. La secuencia de hechos se recibió en la Tierra con dos horas y 45 minutos de retraso, el tiempo que tardan en llegar las señales, que deben recorrer los 2.900 millones de kilómetros que separan ambos planetas.

Datos almacenados

Durante estas seis horas, la sonda realizó tantas actividades que los datos se fueron almacenando y serán, transmitidos secuencialmente a la Tierra en los próximos días. Concretamente, las fotografías tomadas por la nave en el período de máxima aproximación tardarán varios días en completarse y, posteriormente, deben ser reconstruidas mediante técnicas electrónicas y analizadas para obtener más datos sobre el planeta.Algunas de las fotografías, sin embargo, fueron transmitidas inmediatamente a la Tierra, pero tenían mala calidad. Se pudieron ver en un monitor instalado en el complejo de Robledo de Chavela, "más que nada, por la emoción de verlo pronto", según explicó Urech.

Según el programa previsto, en las cuatro horas anteriores se captaron imágenes de alta resolución de las lunas Titania, Ariel y Miranda, ya conocidas con anterioridad; se hicieron medidas de la energía solar captada por el planeta, de la masa de Miranda, y una búsqueda fotográfica de las lunas situadas en los nueve anillos que rodean el planeta. También se realizó una búsqueda de partículas procedentes de los anillos en las proximidades de la órbita de Miranda, así como medidas del campo magnético, plasma y radiación. Otro experimento pretendió estudiar la composición de la atmósfera polar iluminada por el Sol y la medida de la absorción de energía solar por Urano.

Las dos horas posteriores estuvieron dedicadas, sobre todo, al estudio de los anillos. De las nueve lunas descubiertas por el Voyager 2, todas de pequeño tamaño, dos son del tipo luna pastor y están situadas en la parte exterior e inferior, respectivamente, del anillo más grueso y exterior, el Épsilon. Estas lunas actúan de forma que su campo de gravedad retiene en órbita a las partículas que forman el anillo.

Este tipo de lunas fue observado por primera vez en los anillos de Saturno, en fotografías obtenidas igualmente por las sondas Voyager 1 y Voyager 2. Las otras siete lunas se encuentran en órbitas situadas entre los anillos y la órbita de la luna Miranda, la más interior de las conocidas. Todas son muy oscuras.

En total, los astrónomos esperan encontrar hasta 30 lunas alrededor de Saturno, las cinco conocidas hasta ahora, las nueve encontradas por el Voyager 2 y otras dos por cada uno de los otros ocho anillos.

Los datos obtenidos hasta ayer no han permitido todavía resolver uno de los enigmas de Urano, el período de rotación sobre su eje. Las primeras observaciones de variaciones en la atmósfera (se han observado formaciones nubosas) sitúan el período de rotación entre las 17 y las 20 horas, pero mientras no se estudie el núcleo no se podrá determinar con exactitud.

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