Numerosos empresarios creen que el concurso de Las Ventas está resuelto

Numerosos empresarios taurinos consultados por EL PAÍS están convencidos de que el concurso convocado para la gestión de la plaza de Las Ventas está resuelto de antemano a favor de Manuel Chopera, consejero de Madrid Toros, sociedad concesionaria de la plaza los últimos cinco años. Varios de ellos han decidido no acudir a la convocatoria. El propio contenido del pliego de condiciones, los plazos de la convocatoria, la permanencia de Chopera en las dependencias de la plaza después de haber finalizado su contrato, contribuyen a reforzar esta sospecha. Las características de la gestión interesada, que reparte pérdidas y ganancias al 50% entre el gestor y la comunidad, en tanto ésta no interviene en la gestión, constituyen un apetitoso aliciente para cualquier empresario que controle otras plazas por el gran margen que le ofrece para la negociación global de contratos y cargar honorarios en los presupuestos que le convenga.La convocatoria del concurso se ha efectuado en fecha tan tardía que la adjudicación habrá de hacerse muy poco tiempo antes del comienzo de la temporada, fijado en el segundo domingo de marzo. Cualquier empresa que no sea la de Chopera tendría dificultades para organizarla. Manuel Chopera ha hecho compra o reserva de corridas para Madrid en varias ganaderías, y si fuera otro el adjudicatario habría de negociar con él la adquisición de buen número de reses, o en situación de inferioridad con los ganaderos, lo cual podría encarecer el precio de los toros.

La última feria de San Isidro, bien organizada por Chopera, le situó en excelente posición como presunto candidato a continuar como gestor del coso a la finalización del contrato de cesión, que debía producirse el 31 de octubre de 1985. El presidente de la comunidad, Joaquín Leguina, decía en junio que aún no se había decidido la fórmula de explotación de la plaza, pero que no sería autogestión y, en cualquier caso, se haría pública en un plazo de tiempo relativamente corto.

Durante varias corridas del verano los aficionados madrileños hicieron públicas manifestaciones contra la continuidad de Chopera. Esta contestación al mencionado empresario adquirió especial virulencia tras la corrida de despedida de Antoñete, y tal actitud del público fue injustificada, pues culpaba a Chopera de una actuación deslucida en la que, obviamente, no había intervenido.

El 31 de octubre se celebró el acto de entrega oficial de Las Ventas al consejero de Cultura de la comunidad, y éste declaró a los periodistas que la gestión del empresario había sido buena. Sin embargo, Chopera no abandonó la plaza y mantuvo en ella sus oficinas hasta el pasado día 14, en que la comunidad ordenó que las desalojara.

Elesde el 31 de octubre hasta el 4 de enero -fecha de publicación de la convocatoria del concurso- los empresarios carecieron de cualquier clase de información sobre las nuevas condiciones de explotación de Las Ventas, por lo que ninguno pudo planificar su parlicipación ni prever contrataciones de toreros y ganado.

El pliego de condiciones, regresivo en lo artístico, es favorable al empresario, y llega a ofrecerle la posibilidad de montar charlotadas en días festivos. Los empresarios desean garantías de objetividad en la adjudicación y que en el acto de apertura de plicas se dé lectura pública, ante notario, del contenido íntegro de cada oferta.