Felipe González reconoce su frustración como gobernante en la lucha contra el paro
RODOLFO SERRANO, El presidente del Gobierno, Felipe González, expresó ayer, ante los ministros de Trabajo del Consejo de Europa reunidos en Madrid, su "frustración cuando pienso que no conseguiremos vencer el paro". Ningún país, en opinión del presidente, es capaz de hacerlo solo. No obstante, expresó su convencimiento de que el Gobierno estaba llevando a cabo la política económica correcta y que había que mantenerla "tenazmente" para conseguir resultados. González afirmó que la única fórmula para atajar el desempleo se encontraba en establecer políticas comunes entre todos los países.
Felipe González, que inició su intervención recordando la figura de Enrique Tierno -las banderas de España y del Consejo de Europa estaban a media asta- reconoció que, como gobernante, su mayor frustración era no haber podido atajar el problema del paro. El presidente, en un tono coloquial y muy alejado de cualquier triunfalismo, añadió que "la frustración es mayor cuando pienso que no conseguiremos frenar el paro. Creo que solos no podremos hacerlo, que las políticas nacionales son insuficientes y se necesitan medidas conjuntas de todos los países para acabar con el desempleo".No obstante, el presidente González reiteró que el Gobierno español estaba haciendo los esfuerzos adecuados y que las políticas seguidas en este campo había que "mantenerlas tenazmente para conseguir resultados". Se mostró contrario a tomar determinados modelos de políticas económicas expansivas -que, a su juicio, había que desmitificar- y que terminan produciendo efectos contrarios a los deseados.
Felipe González pidió mayor cooperación internacional en la lucha contra el paro y terminó su discurso deseando a los asistentes: "Buen trabajo, buena estancia y mucha felicidad".
Satisfacción sindical
Algunos de los representantes ugetistas mostraron su satisfacción por las palabras del presidente que, a su juicio, suponían "una matización importante" de la política seguida hasta ahora por el Ejecutivo.
Marcelino Oreja, secretario general del Consejo de Europa, inició su intervención recordando a "ese gran europeo y gran defensor de los derechos humanos y las libertades que fue Enrique Tierno". Oreja manifestó que la unión europea sólo podía concebirse como servicio a la persona humana, y que únicamente desde la solidaridad podía abordarse el gran desafío del paro.
El ministro de Trabajo español, Joaquín Almunia, en la sesión de la tarde, mostró un cierto pesimismo al analizar la evolución seguida por el paro desde la última reunión de los ministros de Trabajo del Consejo de Europa, hace ahora tres años. Desde entonces, dijo Almunia, "es verdad que el desempleo no ha crecido de forma tan dramática, pero dos millones de personas han venido a sumarse al abultado número de entonces. Europa, por tanto, no ha sabido o no ha podido dar respuesta a las necesidades de empleo de una población creciente, ya que el número de empleos de que hoy disponemos en el continente es básicamente el mismo que el de comienzos de los setenta".
Al igual que hiciera el presidente del Gobierno, el titular de Trabajo abogó por la concertación y el diálogo. Y afirmó que era inexcusable abandonar el europeísmo que nos atenazaba hace años, hemos de evitar instalarnos en la idea de una Europa vieja y esclerotizada, para avanzar por la senda de la renovación, con la conciencia clara de que si todos queremos, podremos dar solución a nuestros problemas".
Al hablar de flexibilidad, Almunia destacó que ésta no sólo afectaba a la legislación laboral, y que su aplicación en el mercado de trabajo no podía concebirse sin vincularla a la dinamización de las reglas de funcionamiento del resto de las instituciones económicas.
La CES pide a los Gobiernos que acojan con mayor interés las resoluciones de la conferencia
R. S., Mathias Hinterscheid, secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que en nombre de esta organización intervino ayer ante los ministros de Trabajo del Consejo de Europa, pidió a los Gobiernos "voluntad política para erradicar el paro de los jóvenes de Europa". Hinterscheid, en su discurso, expresó -aunque pidió que no lo consideraran una crítica- una amarga denuncia hacia el escaso interés con que los países del Consejo de Europa acogen las resoluciones de las reuniones de los ministros de Trabajo.
El secretario general de la CES indicó que se "había hecho muy poco para dar continuidad a los trabajos de anteriores conferencias" y que, en definitiva, "no nos hacen falta más reuniones, más conferencias, más investigaciones. Lo que necesitamos es una voluntad política para erradicar el paro juvenil".
Hinterscheid basó la lucha contra el paro en dos puntos: una mayor inversión privada y una mayor cooperación de los Gobiernos para establecer conjuntamente programas de inversión en infraestructuras capaces de generar empleo. El segundo punto de actuación, según el dirigente sindical, se basa en un mejor reparto del trabajo existente, que se apoyaría en una reducción de la jornada de trabajo.
Nicolás Redondo, secretario general de UGT, que junto al secretario general de ELA-STV acompañaba al sindicalista europeo, manifestó que coincidía en que se trataba de establecer estrategias conjuntas entre todos los países y que un mayor crecimiento económico no significaba una reducción del paro.
Referéndum en marzo
Aquella misma mañana, Redondo, luciendo, en contra de los que en él es habitual, traje y corbata, acompañó a la delegación sindical a una entrevista con el presidente del Gobierno. La reunión estuvo en gran parte dedicada a explicar a los representantes de la CES la postura del Ejecutivo sobre la OTAN. González confirmó que el referéndum se celebraría en marzo y que respetaría la voluntad popular.
Juan Jiménez Aguilar, secretario general de la patronal española CEOE, que intervino en nombre de la Unión de Industrias de la CEE ante los ministros de Trabajo, centró su discurso en la necesidad de introducir mayor flexibilidad en el mercado de trabajo con el fin de lograr una recuperación del empleo. Destacó que los empresarios compartían la preocupación por el paro, y concretamente por el juvenil, y que las asociaciones empresariales dedicaban gran parte de sus esfuerzos a luchar contra el desempleo.
Jiménez Aguilar, señaló que la posibilidad de recurrir a la contratación eventual permitiría una mejor utilización de los efectivos industriales y una mayor satisfacción de los trabajadores.
El dirigente de CC OO, Marcelino Camacho, que ayer se entrevistó con el ministro italiano de Trabajo, criticó que la Administración hubiera marginado a esta central de la conferencia.
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