Donaciones de sangre y alerta total en Libia
Miembros de los diferentes congresos populares de base, reunidos estos días en todo el territorio libio, acuden diariamente a los principales hospitales del país para donar sangre, lo que confirma el estado de alerta total en que se encuentra el régimen del coronel Muammar el Gadaffi ante una eventual agresión exterior de Israel o Estados Unidos.
El propio Gadaffi ha intervenido públicamente para rendir homenaje a los donantes, a la vez que ha pedido a los libios que depositen sin resquemor su dinero en los bancos populares, para dedicarlo a nuevas inversiones industriales y agrícolas.Estos hechos coinciden con una nueva advertencia de Trípoli ante la presencia cerca de sus costas del portaviones norteamericano Saratoga, al que dan escolta otros cinco navíos de guerra de la VI Flota, operante en el Mediterráneo. El movimiento de buques en el puerto de la capital libia es normal y más bien escaso. Además de algunos cargueros nacionales o italianos, que despachan mercancías, el puerto, especialmente en su dársena militar o en los atraques de la base naval de Trípoli, situada frente a frente, alberga algunos buques de guerra auxiliares, una corbeta y un submarino, pero todos ellos con pabellón libio.
No hay, pues, ningún movimiento interno de buques de guerra extranjeros, concretamente soviético, en el puerto de Trípoli, y los escasos pertenecientes a la Armada libia permanecen fondeados y sin apenas realizar movimientos.
Esto no excluye que en aguas exteriores y a lo largo de la costa libia, concretamente en las aguas jurisdiccionales del golfo de Sirta, el coronel Gadaffi tenga destacada parte de su flota, entre ellos una fragata de la clase Vosper MK7, portadora de misiles, que hace de buque insignia, varias corbetas, tres de las cuales son de origen soviético, y parte de su flotilla de submarinos de la clase F, también fabricados por la URSS.
El propio Gadaffi, en sus intervenciones ante los congresos populares de base, ha acentuado en sus palabras la eventualidad de una batalla con el enemigo, si bien ha precisado que, caso de tener lugar, lo sería sobre el mar, "a decenas o centenas de millas de tierra firme, por lo que las masas populares no podrían participar".
Añadió el guía de la revolución, aludiendo a estas masas, en algunos congresos ansiosas de entrar en combate, que no es necesario actualmente decretar una movilización general en tierra, porque en todo caso, si se producen las hostilidades, el enfrentamiento lo sería en el mar o en el aire. En este sentido anunció que las fuerzas navales y aéreas y de la defensa aérea de la reserva estratégica del pueblo armado sí deben estar preparadas, en cambio, para el combate, y precisó que "los cuadros militares y entrenados en el manejo de las armas (reservistas) deberán también prepararse para tomar el relevo de las unidades va activas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.