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La policía desaloja y derriba el campamento ecologista de Wackerdorf, en la RFA

La policía del Estado de Baviera (RFA), ayudada por unidades de la guardia fronteriza, desalojó y demolió ayer el campamento construido por militantes ecologistas en las cercanías de la localidad de Wackerdorf (Baviera), en el terreno donde está prevista la construcción de la primera planta de enriquecimiento de combustible nuclear de la República Federal de Alemania.

El campamento, compuesto por cerca de un centenar de chozas de madera y tiendas de campaña, fue construido en vísperas de Navidad con el objeto de entorpecer la tala de árboles, comenzada el mes pasado, necesaria para el comienzo de las obras. Su construcción para frenar las obras de la instalación nuclear había sido decidida en el congreso de los verdes en diciembre.Unos 2.000 policías acudieron en la mañana de ayer al terreno donde, en un pequeño claro ya talado en el bosque, los ecologistas y militantes antinucleares, muchos de ellos miembros del partido de los verdes, habían construido el poblado, que habían denominado Wackerland Libre. La policía introdujo a los manifestantes en autobuses para llevarlos a la comisaría y proceder a su identificación.

Muchos de los ecologistas tuvieron que ser arrastrados o cargados por los agentes, ya que se negaban abandonar a pie el reciento donde han permanecido durante 18 días, con nieve y temperaturas extremadamente bajas. Portavoces de la policía dijeron que los manifestantes eran unos 1.000, mientras fuentes del partido de los verdes los cifraban en el doble.

Según el jefe de la policía de la Baviera alta, Hermann Friker, sólo hubo que lamentar cuatro heridos leves, todos ellos policías, dos de ellos al caerse un árbol y otros dos por resbalar sobre el hielo. Los manifestantes denunciaron, por su parte, que dos mujeres habían sido heridas por perros policías y un anciano por porrazos durante la intervención policial. Un concejal socialdemócrata de una localidad cercana al lugar calificó la intervención policial como "terrorismo en su plenitud", y denunció la utilización de porras y perros policía para intimidar a los ocupantes.

En los últimos días, la policía avisó que ayer las obras se llevarían a cabo, ya que en Baviera no se toleran ocupaciones ilegales de ningún tipo, y se preparó un gran despliegue policial ante la posibilidad de que los ocupantes se defendieran, lo que, al parecer, salvo excepciones, no sucedió.

Tras el accidente en Estados Unidos en una planta similar a la proyectada para Wackerdorf, los ánimos se habían crispado, y en el campamento habían aparecido pancartas llamando a una resistencia activa contra la intervención policial.

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