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Optimismo en el PNV sobre el pacto de legislatura, pese al 'caso Zabalza'

El Partido Nacionalista Vasco espera que el pacto de legislatura firmado entre el Gobierno vasco y el PSE-PSOE aporte en 1986 los mismos resultados positivos que en 1985, a pesar del momento delicado por el que atraviesa. El portavoz del Grupo Parlamentario Nacionalista en el Parlamento vasco, Josu Bergara, se mostró ayer optimista, en declaraciones a Efe, ante el futuro del pacto de legislatura, aunque el caso Zabalza haya deteriorado las relaciones entre el Gobierno autónomo y los socialistas."El PNV no ha faltado a ningún compromiso con su Gobierno, al que apoya incondicionalmente", afirma Josu Bergara en respuesta a la petición del PSE-PSOE de que los nacionalistas deben hacer un esfuerzo de responsabilidad. La comisión ejecutiva del partido socialista en Euskadi, reunida el sábado en Bilbao, aprobó un documento en el que se reconoce el deterioro surgido en las relaciones entre el Gobierno vasco y el PSE-PSOE por el caso Zabalza.

Los socialistas opinan que el pacto de legislatura puede ser también positivo en 1986, pero recalcan que "una convicción como ésta no puede mantenerse indefinidamente si el PNV no participa de la misma convicción ni se muestra dispuesto a hacer el correspondiente esfuerzo de responsabilidad".

"La actitud del PNV con relación al caso Zabalza", explicó Josu Bergara, "estaba sustentada claramente en los hechos, y lo sigue estando, y, por ello, permanecemos a la espera de lo que digan los jueces que instruyen el caso que, por otra parte, no está cerrado y lo que digan las organizaciones internacionales a las que nos hemos dirigido".

Josu Bergara recalcó que: "Nosotros no hemos acusado a nadie; lo que queremos es que la verdad se esclarezca".

Un pacto de gobierno

El portavoz del Grupo Parlamentario del PNV en la Cámara vasca resaltó que "el pacto, por otro lado, obliga sólo a quienes lo firmaron, Gobierno vasco y Grupo Socialista de Euskadi, y no obliga ni al PNV, ni al Grupo Nacionalista Vasco, ni al PSOE, ni a su Gobierno de Madrid"."Esto es fácilmente comprobable porque en las negociaciones del pacto, tanto por una parte como por otra se pretendió que figuraran, o bien el Gobierno socialista, o bien el PNV, y, sin embargo, las dos partes firmantes fueron conscientes de sus limitaciones y de a quiénes comprometía verdaderamente el pacto".

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"Con el caso Zabalza, no cabe duda", concluyó, "de que el pacto ha atravesado un momento delicado, el mismo que atravesó cuando se aprobó en Madrid la ley del Poder Judicial. Sin embargo, somos optimistas con relación al pacto; creemos que durante 1985 ha dado unos resultados positivos y esperamos lo mismo para 1986".

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