La Pasionaria

Como buen hijo de Pasionaria, me desplacé el domingo día 8 a Madrid para participar en el homenaje que se le hacía a la madre de todos los luchadores por la libertad y por el socialismo en el 90 aniversario de su nacimiento.En aquel encuentro multitudinario del Palacio de los Deportes se coreaba, se exigía, hasta enronquecer: "¡Unidad, unidad y nada más que unidad!", repetidas veces.

Aquellos gritos tan secos salían de las gargantas de docenas de miles de comunistas militantes de la base y en contra de las divisiones protagonizadas por sus dirigentes.

Que Carrillo, Gallego e Iglesias tomen buena nota de lo sucedido aquel domingo sí no desean verse desbordados y condenados por las masas en los momentos históricos por los cuales estamos atravesando. Ya no caben consideraciones ni contemplaciones ante tantas divisiones en el movimiento comunista nacional e internacional, y menos en los momentos en que los pueblos del mundo se ven abocados a una hecatombe de consecuencias incalculables por la humanidad.

Ruego a la camarada Dolores, presidenta del PCE, tome las decisiones drásticas y necesarias para que en el año 1986 sea una realidad la unidad de las varias fracciones comunistas dentro de nuestro amado y querido partido.

Las elecciones generales se aproximan en nuestro país. Hay que prepararse y organizar la campaña unidos bajo una misma bandera y una misma consigna: la de vencer.-