Dos embajadores españoles presentan en Roma el libro de Juan Arias sobre el Papa

Jorge de Esteban y Gonzalo Puente Ojea, embajadores españoles, respectivamente, en Roma y el Vaticano, presentaron el miércoles, en la nueva sede del Instituto de Cultura Española en la capital italiana, el libro El enigma Wojtyla, del periodista español y corresponsal de EL PAIS Juan Arias. El acto, al que asistió también el director del Instituto de Cultura Española, Julián Donado, es el primero de una larga serie de presentaciones de libros que, por el interés de su temática española o por estar escritos por españoles, tienen previsto realizar los responsables de esta institución cultural."Lo que más me ha impresionado del libro de Arias es el sistema de acercamiento al personaje Wojtyla a través de una técnica de asedio que consiste en el establecimiento de un cerco que se va aproximando cada vez más al protagonista, cogiéndole en una espiral pero sin adoptar nunca una posición de conquista", declaró el embajador ante la Santa Sede, tras haber subrayado la preparación teológica del autor del libro y su tarea como investigador en lenguas orientales.

Según Ojea, la metodología es lo que condiciona el éxito o el fracaso del análisis de una personalidad que, como Wojtyla, resulta una vida en camino" y que quizá "no ha llegado ni siquiera al meridiano", mientras que "son los finales y los regresos al punto de partida los que nos dan realmente la medida de los personajes y de su acción histórica tal como va a quedar en el acontecer del mundo".

Biografía sin acabar

"Arias renuncia al desarrollo lineal de tipo biográfico, lo que constituye un acierto tanto porque se trata de una biografía sin acabar como porque, aunque conocemos muchas cosas de la personalidad de Wojtyla, su figura es aún tan enigmática que conduciría a un resultado negativo", añadió Ojea. El embajador ante el Vaticano explicó esta "técnica de asedio" como "una voluntad de conquista que nunca logra su término, sino que, en una forma de espiral, pero nunca en un mismo plano", va logrando una aproximación a la "fortaleza" del personaje que llega a sus últimas consecuencias al final del libro "sumando todos los sumandos de todos los capítulos".Ojea destacó que, a pesar de que el autor no haya elegido una línea biográfica para abordar el tema, ello no supone una "despreocupación de la sucesión de los momentos" del personaje. "Aunque cada capítulo aparentemente sea con tema cerrado y completo, se proyecta hacia el siguiente en un desarrollo circular sobre la forma que lleva a un progresivo aumento de la aportación biográfica del autor del libro; nunca se vuelve al punto de partida, pero éste tampoco queda descuidado", dijo Ojea. Añadió que "el mosaico del libro queda organizado por el enigma Wojtyla", es decir, "por un personaje que ofrece múltiples facetas".

El embajador destacó también que el libro "no entraña un juicio de valor", sino que constituye el análisis de un personaje que, "a pesar de su carisma divino, es un hombre con sus contradicciones". Ojea felicitó al autor del libro por la amenidad de su estilo, "que al final de cada capítulo impulsa, en un sentimiento de ansia, hacia la lectura del siguiente y de ahí hasta el final"; y porque "en él se aprende no sólo sobre Wojtyla, sino también sobre la Iglesia y la dialéctica de la sociedad contemporánea en conexión con la eclesiástica".