El 'efecto psicológico del IVA' aumenta el consumo según las cámaras de comercio

La recuperación del consumo privado que parece constatarse en los últimos meses del presente año se debe, según manifestó ayer el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, José María Figueras, "al efecto psicológico ante la entrada en vigor a primeros del próximo año del impuesto sobre el valor añadido (IVA)". Los responsables del Consejo Superior de Cámaras han estimado que el crecimiento del consumo privado a finales de 1985 será del 1%. Las estimaciones, en cuanto a demanda de bienes de inversión, se equiparan a los datos alcanzados en 1984 y concretamente la inversión en bienes de equipo podría crecer en torno a un 8%.Sin embargo, esta tendencia alcista fue calificada por José María Figueras como de "eufaria enfermiza, provocada por la próxima implantación del IVA". Para el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, "el IVA no es un impuesto neutral que tiene una carga clarísima contra las empresas". Este carácter no neutro del nuevo impuesto es lo que estaría forzando a los empresarios a anticipar compras, antes de que entre en vigor.

José María Figueras destacó, como elemento clave para el próximo año, además de la implantación del IVA, el ingreso de España en la CEE. "Debemos de entrar en la Comunidad", afirmó, 'sin complejos y sin ingenuidad; complejos que los empresarios no tienen, pero que la Administración sí". Figueras aseguró que "pese a que el ingreso de España en la CEE se ha negociado de espaldas a los empresarios, deberemos aceptar la nueva legalidad comunitaria". No obstante, se mostró partidario de la no aplicación del IVA el próximo 1 de enero.

Las previsiones que maneja el Consejo Superior de Cámaras respecto a 1986 -año que coincide con el primer centenario de las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España- muestran ciertas susceptibilidades sobre los objetivos macroeconómicos marcados por el Gobierno. Las cámaras calculan que el impacto inflacionista del IVA oscilará entre un 3% y un 4%, lo que situaría la tasa de inflación en el 10%. Asimismo, estiman que el objetivo de crecimiento del consumo privado fijado por el Gobierno en el 1,6% "no es en modo alguno realista".