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La mina enfrenta a los socialistas

CC OO, UGT y los mismos empresarios coinciden en la necesidad de abordar un plan de ordenación del sector minero pactado entre la Administración, los sindicatos y las empresas que despeje las dudas sobre el futuro de la minería española. Las razones de la huelga son éstas, según los sindicatos, aunque además pesen en la convocatoria los 73 mineros muertos en lo que va de año. Muertes que, por otra parte, no se desvinculan de la situación del sector.

Pero, fundamentalmente, los paros están convocados para exigir una política minera que los sindicatos consideran inexistente, y que, a su juicio, está causando el abandono del carbón y la potenciación de otras energías, como la nuclear. Para la federación estatal minera de UGT, bastaría con cumplir el PEN en sus mandatos sobre potenciación de la investigación geológica y en la definición del papel a desempeñar por las explotaciones a cielo abierto en la producción, que el PEN califica de complementario a las explotaciones subterráneas. Según UGT, la política seguida últimamente por el Gobierno es, por el contrario, potenciar el cielo abierto.

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Tampoco se ha abordado, a juicio de la central socialista, un plan concertado para la cuenca asturiana ni se ha fomentado la formación de cotos mineros que impidan la permanencia de las pequeñas explotaciones. Y sobre todo no sólo no se ha logrado el nivel de empleo en el sector previsto por el PEN (56.244 trabajadores), sino que hoy la plantilla ronda las 50.000 personas.

Defensa del carbón

Son puntos que comparte CC OO, que cree además que la defensa del carbón pasa fundamentalmente por la creación del Instituto Nacional del Carbón (INC), que sería el organismo responsable de la investigación de nuevos yacimientos, estudios sobre la estructura empresarial y racionalización de las explotaciones introduciendo la mecanización adecuada.Para el sindicato, no solo hay que mantener la empresa pública en la minería del carbón en su volumen actual, sino que hay que ir hacia su expansión y racionalización. La razón por la que el Gobierno del PSOE no asume este reto y crea el INC la justifica CC OO en el interés socialista de no atentar contra los intereses privados en el mundo del carbón, "que siguen siendo muy fuertes en nuestro país, sobre todo allí donde el empresariado, aunque diga lo contrario, obtiene grandes beneficios, como ocurre en la cuenca del Bierzo, Palencia, la vasco-leonesa o la antracita asturiana". La central añade que la creación del instituto supondría la racionalización de las necesidades del mercado interior, y, consiguientemente, "quedaría muy claro que muchos empresarios mineros tendrían que desistir de serlo al no poder responder desde el punto de vista de planificación técnica y financiera".

Además de la creación del INC, el sindicato propone a medio plazo la creación de una empresa nacional para la producción del carbón. El mundo del carbón, dice CC OO, "está desasistido".

También las empresas tienen esa misma sensación de desánimo y abandono. Carboaragón, la patronal de la minería del carbón de Aragón, se refería en un escrito enviado el pasado mes de noviembre al ministro de Industria y Energía, al futuro de la minería aragonesa que consideraba gravemente amenazado por la decisión de la Empresa Nacional de Electridad (Endesa) de reducir las compras de carbón. Endesa es, con su central térmica de Andorra, en Teruel, el más importante consumidor de la zona. En la carta se mencionaban tres empresas abocadas al cierre -Herrero y Ubeda, Técnicas y Servicios -Mineros y Valdelencina Minera- al habérseles suprimido la compra de carbón por parte de la empresa nacional.

La Federación Nacional de Empresarios de Minas de Carbón (Carbunión), en un reciente estudio sobre las repercusiones en el sector por la entrada de España en la CEE, vuelve a referirse a la necesidad de "definir urgentemente la política carbonera a medio plazo, actualizando las previsiones de producción y consumo". Carbunión, al igual que hacen CC OO y UGT con la huelga, propone, además, abordar "un plan de ordenación, pactado entre empresarios, trabajadores y Administración".

Además de pedir que el Gobierno se pronuncie por mantener una política de precios reales y establecer una buena relación entre productores de energía y productores de, carbón, la patronal se pronuncia por el establecimiento de contratos a largo plazo que "inspiren confianza al minero a la hora de afrontar los riesgos de su desarrollo". Para que ésto sea posible, dice Carbunión, es necesario que el Gobierno adopte una política de consumo de carbón en centrales térmicas que permita absorber la oferta de carbón nacional, complementada con la financiación del almacenamiento.

Dentro de este contexto se produce la convocatoria de huelga general en el sector por parte de las federaciones mineras de UGT y CC OO. La simple convocatoria de paro ha enfrentado profundamente a la central socialista. Las tensiones no se han limitado al sindícato. El Gobierno, y así lo ha denunciado José Antonio Saavedra, secretario general de minería de UGT, ha intentado a través del PSOE frenar las acciones en la minería. El Gobierno no desea enfrentarse a una huelga que no se mueve por motivaciones salariales. En el fondo se encuentra el miedo a las consecuencias que tradicionalmente han acarreado las luchas de los mineros. Pero la mayor oposición a la huelga le viene a la federación minera de UGT de su propio seno, del SOMA, la organización que en Asturias representa al sindicalismo socialista.

Para el SOMA, Saavedra se ha extralimitado en sus funciones convocando la huelga. José Antonio Saavedra ante estas acusaciones sonríe y enseña la resolución del últimó comité federal del sindicato -el máximo órgano entre congresos- en la que se mandata a la ejecutiva presidida por él para adoptar las medidas que considere necesarias en defensa del futuro del carbón. Es la misma sonrisa con que recibe las críticas hechas por parlamentarios socialistas de ser un demagogo, al utilizar las 73 muertes de los mineros entre sus argumentos para justiciar la convocatoria de huelga. "Las muertes", dice, " son una realidad. Y en una planificación del sector tiene que recogerse la seguridad de los trabajadores".

La huelga, pues, comenzará mañana bajo el signo de la división, y después de haber sido debatida en asambleas. La madrugada de ayer los mineros que trabajan en la explotación asturiana La Camocha acordaron no secundar el paro. De una plantilla de 1.527 trabajadores votaron 935, de los que 84 lo hicieron a favor y 825 en contra.

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