Los planes de la Administración

La posibilidad de establecer una política concertada en la minería no está tan clara en el Ministerio de Industria. Pedro Lizaur, director general de Minas, afirma que "cuando se dice que no hay una política minera, a lo mejor es que no hay la política que ellos quisieran". Otra cosa es, según sus palabras, que haya de negociarse. "La concertación es un término muy amplio. Y las decisiones son de exclusiva responsabilidad del ministerio y de esta dirección general. La política minera se marca desde aquí. Luego puede haber aspectos y problemas que hayan de negociarse, pero no los objetivos del Gobierno en esta materia.

Pedro Lizaur no entiende las razones de la huelga: "Los sindicatos tienen un texto que yo les envié en el que se explican cuáles son los planes de Industria sobre el sector". Porque, a su juicio, no es verdad que el PEN se esté incumpliendo. Y muestra las últimas cifras sobre producción de carbón: las cifras han ido aumentando en los últimos años. En 1980, la producción de hulla y antracita para el suministro térmico era de 10,1 millones de toneladas. La cifra subió a 13,6 millones en 1983, y aunque en 1984 bajó ligeramente a 13,4 millones, en 1985 la previsión es de 13,6 millones.

Sobre todo niega que no existan proyecciones, planes, política de futuro. Respecto a la necesidad de contratos a largo plazo, el escrito señala la intención de la Administración de fomentar el establecimiento de contratos en firme de suministro a mediado y largo plazo entre centrales termoeléctricas y minas de carbón.

También se indica la conveniencia de llegar a una relación más íntima entre consumidores y suministradores. Y en cuanto al problema del minifundismo en la minería española, se indica la necesidad de racionalizar el proceso productivo en aquellas cuencas que estén afectadas de minifundio minero, para llegar a un aprovechamiento óptimo de los recursos. Esto, según los planes de Industria, se promocionará mediante la elaboración de planes directores de cuenca y su posterior ejecución. Al mismo tiempo se apuesta por un mayor grado de mecanización y modernización de las instalaciones, siempre que dé lugar a disminución de costes y más seguridad.

El documento se muestra partidario de lograr una política de precios más flexible y que refleje con mayor fidelidad los costes de producción. Para ello se estudiará la conveniencia de una posible introducción gradual de precios liberados para un porcentaje de la producción que no esté ligada a Contratos de suministro. Al tiempo se estudian ayudas a la realización de proyectos de investigación.