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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Instituciones españolas en Roma

En EL PAÍS del 30 de noviembre vuelve a aparecer otra carta de un lector preocupado por la suerte de la Escuela Española de Arqueología de Roma. Comoquiera que el autor de la misma se halla desinformado, paso a explicarle la situación actual del problema.En efecto, por real decreto de octubre de 1984, la Escuela Española de Historia y Arqueología ha pasado a integrarse en la Academia Española de Bellas Artes, y ello por dos motivos. Primero, porque el encargo que recibí del Gobierno al tomar posesión de mi puesto de embajador en Roma fue el de reorganizar, racionalizar y potenciar el conjunto de nuestras instituciones culturales en Italia, las cuales, como cualquiera podría comprobar objetivamente, se encontraban en la más absoluta languidez e irracionalidad: mientras el palacete de Vía Villa Albani disponía de tres pisos para uno o dos becarios que iban allí a estudiar alguna vez, el Instituto Español de Cultura se hospedaba en un piso de 150 metros cuadrados en donde se apelotonaban más de 100 estudiantes de cultura española, sin que se pudiesen admitir más matrículas por falta de espacio. Así, cualquier persona sensata hubiese hecho lo que yo sugerí: cambiar las instituciones según las sedes de que disponíamos y según cada una de sus necesidades.

Pero, en segundo lugar, el traslado de la Escuela de Arqueología a la Academia de Bellas Artes se

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ha hecho también por una razón elemental: de acuerdo con gran parte de las academias ubicadas en Roma, como, por ejemplo, la británica, que se llama Academia Británica de Arqueología, Historia y Bellas Artes, se agrupan todas estas disciplinas en la misma institución. Si nosotros lo hemos hecho, también es porque ello redundará en beneficio de los propios arqueólogos, que ahora podrán disponer de alojamiento, comida y de una estupenda biblioteca en la academia a partir del curso próximo.

En cuanto a que se han empezado las reformas en la Academia de Bellas Artes, según dice el señor Ruiz de Arbullo, siento tener que desmentirle. Hace ya un mes que se está trabajando a buen ritmo en el remozamiento casi total de nuestra vieja institución. No es exacto tampoco que la academia "se cerrase en abril". La academia ha estado abierta, y se han realizado en ella, dentro de la provisionalidad que exigía el inmediato comienzo de las obras, actos como alguna exposición, conciertos y, últimamente, el homenaje a Valle-Inclán. Sí es cierto que yo recomendé a los becarios que acabasen su estancia en enero, pero alguno de ellos se ha quedado y todavía está en la academia, a pesar del comienzo de las obras. Por otro lado, puedo asegurar al corresponsal que ha escrito la carta que da origen a esta respuesta y a muchas otras personas, algunas periodistas, que escriben sistemáticamente afirmando que se quiere acabar con la academia de Roma, que precisamente de lo que se trata es de todo lo contrario, esto es, de convertir a nuestra academia en una de las más modernas y activas de esta ciudad. Ahora bien, si tan noble empeño está tardando algo más de lo previsto en realizarse no se deberá, y se puede comprobar, al embajador, sino más bien a las propias características de nuestra Administración: en el tiempo que llevo yo de embajador ya he conocido a tres directores generales del Servicio Exterior, que es de quien depende la aprobación de las obras, y a tres directores generales de Relaciones Culturales, agravado con un paréntesis de seis meses en que estuvo vacante dicho puesto, que es de quien depende la convocatoria de las becas, el nombramiento de los puestos directivos de la academia, etcétera.

Por ello, vuelvo a tranquilizar a todos los interesados: en poco tiempo ya se verá lo que este Gobierno ha querido hacer con nuestras instituciones culturales en Italia.- Embajador de España en Italia.

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