Franco y los demás

Le ruego, si es posible, incluya esta carta en el apartado Cartas al Director en contestación al artículo publicado el sábado 23 de noviembre por doña Pilar Miró, titulado Franco son los demás.

Hace unos días un compañero de televisión me comentaba sonriendo lo siguiente: "Cuando era pequeño mi madre me regañaba si no comía todo lo que me ponían en el plato, y ahora resulta que lo educado es dejarse la mitad". ¿No será que doña Pilar Miró tiene una pequeña indigestión? Hermann Hesse apuntaba: "Casi todas las personas algo individualistas mantienen cicatrices en el alma de los años infantiles, y hay una serie de procedimientos, aparte del psicoanálisis, para su tratamiento. Uno de ellos es la religión, y otro cualquier sucedáneo de la religión, por ejemplo, pertenecer a un partido".

De su artículo únicamente se desprende que durante tantos años usted sólo ha conseguido odio. Doña Pilar, lo que yo he conseguido, y continúo en ello es dejar el pasado atrás, aprender de lo vivido buscando esa soñada armonía entre los impulsos irracionales y la vida consciente, aumentar el humanitarismo, amar la política y evitar a los politiqueros, porque son incompatibles, y defender la independencia profesional hasta llevarme al ostracismo.

Cuando me remonto a Franco lo hago muy profundamente y como un amplio punto de referencia sobre lo que pude tener y no tuve, pero... tendré.-