La corrupción emerge como una cuestión clave en las relaciones entre Filipinas y EE UU
La corrupción en los medios oficiales filipinos, con raíces que alcanzan hasta el presidente, Ferdinand Marcos, y su esposa, Imelda, está convirtiéndose en una cuestión clave en las relaciones entre Estados Unidos y Filipinas, según fuentes judiciales, del Congreso y de medios financieros estadounidenses que investigan la situación.
Un informe de un comité parlamentario norteamericano recopila acusaciones contra la familia Marcos y señala que "la corrupción se ha convertido en un importante gravamen para la economía, y que la primera familia y sus protegidos han utilizado su posición para amasar grandes fortunas, en su mayor parte transferidas al extranjero". Estas fortunas suponen miles de millones de dólares.Marcos y su esposa han negado públicamante las informaciones publicadas sobre escándalos de corrupción, mientras la oposición espera convertir el tema en uno de sus principales caballos de batalla para las próximas elecciones presidenciales, previstas inicialmente para el 7 de febrero.
Entre los casos de corrupción citados por medios oficiales norteamericanos destacan los siguientes: la familia Marcos cuenta supuestamente con vanos miles de millones de dólares en negocios inmobiliarios, bancos, acciones y joyas situados principalmente en Estados Unidos. La mayoría de los negocios están gestionados, se afirma, a través de empresas delegadas, abogados o personas de gran confianza de los Marcos.
Imelda Marcos preside más de 30 empresas gubernamentales filipinas y, de ellas, 25 registran irregularidades, según los medios citados. Auditores filipinos destacan que, en 1984, en el Fondo Nacional para la Alimentación, no cuadraban en el inventario 125 millones de dólares (cerca de 20.000 millones de pesetas). La mayoría de las empresas gubernamentales, unas 300, no tienen sus cuentas en regla, según las propias auditorías filipinas, citadas en informes del Departamento de Estado.
En la década de los setenta, varias multinacionales estadounidenses destinaron al parecer millones de dólares en pagos poco claros, para conseguir negocios en Filipinas. McDonnell Douglas, GTE e ITT figuran, entre otras, como empresas que emplearon tales prácticas, según fuentes de la Comisión de Cambio y Bolsa. Un juzgado federal de Alexandría (Virginia) investiga sobre decenas de millones de dólares destinados a contratos para el Ejército filipino y financiados por el Pentágono.
Algunos medios oficiales norteamericanos sospechan que parte del dinero ha ido a parar al general Fabián Ver, ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas filipinas [que actualmente está siendo juzgado por el asesinato del líder opositor Benigno Aquinol, ya que la aprobación de los contratos dependía de Marcos y de Ver.
El senador Edward Kennedy (demócrata por el Estado de Massachusetts) solicitó este mes a la Oficina General de Cuentas, encargada de los asuntos de investigación en el Congreso de EE UU, que estudie los informes que aluden a casos de corrupción en la ayuda norteamericana a Filipinas. El pasado julio, 56 de los 200 miembros de la Asamblea Nacional filipina acusaron a Marcos de corrupción e intentaron, sin éxito, destituir y procesar al presidente, que deberá encarar las acusaciones de presunta corrupción en la futura campaña electoral.
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