Retrospectivas de Welles, Buñuel y Saura en el festival de Río de Janeiro

Los primeros días del II Festival Internacional de Cine de Río de Janeiro han transcurrido sin escándalos, extravagancias de los invitados o explosiones de prima donna. Parece que se trabaja en serio. Hubo protestas en contra de la ausencia de Je vous salue, Marie, del director francés Jean Luc Godard, mientras el interés se centra en las retrospectivas de Luis Buñuel, Orson Welles y Carlos Saura

Desde la noche de la ceremonia oficial de apertura del festival, el pasado viernes, llovieron protestas contra la ausencia de Je vous salue, Marie. Uno de los que protestaron con más vehemencia fue el compositor brasileño Gaetano Velloso. Muchos otros protestaron de los rigores de la censura. Ayer, todo se aclaró: no hubo ninguna orden oficial que prohíbala película. La iniciativa de no exhibirla en el festival partió del distribuidor del filme, Wilton Figueiredo, de 40 años, viudo y muy católico. Originario del Estado de Minas Gerais, gran reserva del conservadurismo brasileño, Figueiredo dijo que la película "es una falta de respeto a la fe católica".Pasado este incidente, los miembros del jurado empezaron a trabajar, con dos ausencias: el italiano Michelangelo Antonioni, quien avisó que quizá llegue el lunes, y el español Carlos Saura, que era esperado ayer. De los demás miembros del jurado, la gran estrella es el actor italiano Gian María Volonté, discreto y cordial, y que da un tiempo límite de 40 minutos para los retrasos en las ceremonias, conferencias de prensa o cócteles. Pasado ese plazo, se retira bajo el incontestable argumento de que ni siquiera en Italia admite retrasos superiores.

En cuanto a la competición oficial, en el primer día fueron exhibidas tres películas: la danesa FIyvende djaevle, que en portugués se titula Demonios voladores; la húngara Hany az ora vekker ur, del director Peter Bacsó, con el título a ¿Qué horas son, señor despertador?, y la checa Kukacka V temmen lese, que pasó a titularse El cuco en la floresta oscura, del director Antonín Moskalyk. Los miembros del jurado no se manifestaron. La crítica se dividió. El público, también.

Retrospectivas

Ayer fue el día de una película de Mozambique, El tiempo de los leopardos; de una película brasileña, Las Cubas, del realizador Julio Bressane, y de la francesa Tres hommes et un couffin, de Coline Serreau. La expectación, sin embargo, se concentra en las películas que serán presentadas a partir del lunes.En las muestras paralelas hay de todo un poco, desde Luis Buñuel y Carlos Saura hasta Orson Welles y clásicos del viejo Oeste. Es la segunda vez que Río celebra su festival internacional de cine y los resultados parecen positivos. Pese a que buena parte de los cineastas se manifiestan contrarios a competir, la posibilidad de intercambiar ideas y proyectos avanza. Además, hay un aspecto nada desdeñable, que es la compraventa de películas.

El cineasta húngaro István Szabó, director de Mephisto, es miembro del jurado. Aclaró que no se siente en condiciones de juzgar entre "una piña y un plátano, un vaso de agua y una coca cola"; por tanto, aclaró que su intención es separar películas buenas de películas malas y respaldar a la que le parezca el trabajo más honesto y de talento. Otro miembro del jurado, el cineasta chileno Miguel Littin, dijo que los festivales valen por lo que se ve y por la oportunidad de conversar con compañeros de distintas experiencias y orígenes.