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Irlanda participará en la Administración del Uster

Los primeros ministros del Reino Unido, Margaret Thatcher, y de Irlanda, Garret Fitzgerald, anunciarán hoy un acuerdo histórico entre los dos países, en virtud del cual Dublín participará en la Administración de Irlanda del Norte por primera vez desde la arbitraria partición de la isla por el Reino Unido, en 1922. El anuncio será realizado al término de una reunión entre los dos dirigentes, en un lugar que se mantiene en secreto por razones de seguridad.

Este acuerdo supondrá la culminación de un proceso de negociaciones entre funcionarios gubernamentales de los dos países que han durado 15 meses. Fuentes de los dos Gobiernos interesados en ellas han manifestado a EL PAIS que, salvo complicaciones de última hora, Thatcher y Fitzgerald discutirán hoy los detalles finales y estamparán luego sus firmas sobre el acuerdo en el transcurso de una conferencia de prensa. Las mismas fuentes añadieron que los dos Gobiernos aprobaron ayer las líneas maestras del acuerdo en reuniones celebradas en las dos capitales.La salvedad hecha por las fuentes tiene su precedente en el rechazo final de Margaret Thatcher a las propuestas realizadas por el Nuevo Foro de Irlanda durante la última cumbre británico-irlandesa, a principios de este año.

El Foro sometió unas conclusiones, después de unas conversaciones en las que participaron los partidos nacionalistas de las dos Irlandas, en las que se proponían tres soluciones al callejón sin salida del Ulster. Las tres soluciones -unidad, confederación y Gobierno compartido- fueron rechazadas por Thatcher con un tajante out ("fuera"). La actitud de la primera ministra británica estuvo a punto de provocar la ruptura de las conversaciones entre funcionarios de los dos Gobiernos, al tiempo que causaba graves dificultades a Garret Fitzgerald con el principal partido de la oposición irlanda, el Fianna Fàil (Los Soldados del Destino).

Un precedente

Salvo un experimento anterior de un alcance mucho más limitado para conseguir una cierta participación de Dublín en los asuntos del Ulster, experimento conocido como el acuerdo de Sunningdale, y que fracasó por la oposición protestante tres meses después de ser puesto en vigor, en 1974, el acuerdo cuyo anuncio se espera para hoy será el primer documento oficial relativo a Irlanda del Norte firmado por los dos Gobiernos desde la independencia irlandesa, en 1922.Los dos Gobiernos tienen intención, si el acuerdo es ratificado por los respectivos Parlamentos, de registrar el documento en las Naciones Unidas, de conformidad con lo establecido en el artículo 102 de la Carta de la organización internacional y con el fin de darle una mayor solemnidad y evitar tentaciones respecto a, su no cumplimiento por sus sucesores.

Pero a nadie se le ocultan las dificultades que entraña la puesta en vigor de un acuerdo de este tipo.

La pieza central del acuerdo filtrada por los dos Gobiernos y con más entusiasmo por el de Dublín, prevé la creación de una comisión británico-irlandesa, presidida por el secretario de Estado para Irlanda del Norte en el Gobierno de Londres, Tom King, y el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Peter Barry. Esta comisión estaría auxiliada por un secretariado, compuesto por funcionarios de ambos países, cuya sede estará, al parecer, en Belfast, capital del Ulster, y cuyo futuro funcionamiento ha provocado la protesta y el pataleo de los partidos unionistas protestantes. Igualmente, se prevén, según estas filtraciones, algunas modificaciones en el tratamiento de los temas de seguridad y de justicia dentro de Irlanda del Norte.

Fuentes irlandesas han revelado a EL PAIS que un enviado especial del presidente norteamericano, Ronald Reagan, el ex asesor de Seguridad Nacional, juez William Clark, visitó el pasado verano Dublín para confirmar una ayuda norteamericana de 500 millones de dólares (unos 80.000 millones de pesetas) a lo largo de tres años si los dos Gobiernos firman el acuerdo, y si ese acuerdo consigue el apoyo del Partido Nacionalista Católico del Norte, el Socialdemocrátic and Labour Party. John Hume, líder del SDLP, está al cien por cien por la firma del acuerdo, que espera contribuya a debilitar al Sinn Fein, a la política del Ejército Republicano Irlandés (IRA), que en las últimas municipales consiguió una espectacular subida, debida principalmente al impasse de las conversaciones angloirlandesas.

Igualmente, los dos Gobiernos esperan que la Comunidad Económica Europea contribuya con algún fondo especial al alivio de la situación económica del Ulster.

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