La CEE avanza con dificultades hacia un acuerdo en el campo tecnológico

ENVIADO ESPECIALComo un glaciar avanzan los debates sobre la reforma de la CEE. En materia tecnológica, sin embargo, los países grandes se enfrentan a los pequeños, y en cuestión de medio ambiente, la RFA quiere introducir lo que Italia calificó de veto patricio. En cuanto a la cohesión o convergencia económica en la CEE, los países ricos no quieren tener que pagar mas a los pobres.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los doce se reunieron en la mañana de ayer en Luxemburgo como conferencia intergubernamental para seguir debatiendo de la reforma de la CEE. El titular español, Francisco Fernández Ordóñez, insistió en que España está dispuesta a avanzar hacia la creación de un mercado único en la CEE -tesis europeísta, aunque no convenga, según España, a todas las economías-, pero dado el esfuerzo que requiere para la economía española se necesita conjugarlo con una política comunitaria de cohesión económica a través de los fondos estructurales cuya cuantía habría de aumentar. Para la Comisión Europea, cohesión, mercado interior y reforzamiento del sistema monetario constituyen los tres vértices del triángulo de la relance europea; no obstante, para países más ricos, como la RFA y el Reino Unido, "el tema de la cohesión pronto será totalmente incoherente y olvidado".

Posición española

En materia tecnológica, Ordóñez se mostró partidario de la creación de programas marco a cuatro años vista, con fondos definidos, para fijar por unanimidad las líneas maestras de acción de la Comunidad, como proponía la presidencia luxemburguesa. Estos programas irían acompañados de proyectos específicos decididos por mayoría.

La RFA y Francia pretenden justamente lo contrario: como son los proyectos específicos los que requieren fondos, la decisión por unanimidad se ha de plantear a este nivel más bajo. España -y en esto todos los países pequeños y medianos de la CEE comparten el enfoque general- recordó que la cumbre de Milán de junio de 1985 decidió la creación de una comunidad europea de la tecnología..

Detrás de este debate está el intento franco-alemán, con el apoyo británico, de torpedear estas ideas para favorecer únicamente su proyecto Eureka, proyecto cuyo futuro no está asegurado.

En cuanto al medio ambiente, nadie discute la necesidad de que se haga algo a nivel comunitario. Pero la RFA quiere poder conservar sus derechos de imponer en su territorio normas más severas de anticontaminación, lo que para Ordóñez puede crear nuevas barreras de hecho al comercio y distintos sistemas ecológicos. Ordóñez habló además de la necesidad de ocuparse de problemas no exclusivamente europeos, como es la polución en el Mediterráneo.

Los ministros volverán a reunirse el 19 de noviembre para debatir los temas más espinosos de esta conferencia: el mercado interior y la atribución de mayores competencias al Parlamento Europeo.