El temor a la bomba atómica es una de las obsesiones de Fellini, según su guionista Tonino Guerra

En el seminario internacional, celebrado bajo los auspicios de la fundación Luis Cernuda, de la Diputación sevillana, se proyectaron 15 películas de Federico Fellini y se expusieron 200 dibujos suyos.Semioculto en los segundos lugares de los títulos de crédito, Tonino Guerra constituye el armazón necesario de la época más esplendorosa del cine italiano. Guionista inseparable de Antonioni y Rosi, no realizó el primer guión para Fellini hasta 1974, a pesar de la amistad que ya les unía. Fue a través de la inolvidable Amarcord como Tonino Guerra se introdujo de lleno en el submundo felliniano. Su colaboración siguió con E la nave va y, más recientemente, Ginger e Fred.

Pese a que rehúye ser considerado el nexo común del cine italiano y desdeña repartir protagonismos en el diseño final de una película, afirma que, "cuando se trabaja, se hace a la par. Si Fellini dice una cosa y no me gusta, se lo digo". De Federico dice Tonino que "lo más importante para él es hacer una cosa bonita. No se interesa por los temas morbosos porque sabe escoger cuáles son los grandes problemas que están en el aire. Ahora, el miedo, el miedo ante la degradación del mundo, ante la bomba atómica".

"E la nave va es una llamada de atención y trata el tema de forma bufónica. Por otro lado, es también una llamada a los jóvenes para que hagan algo para que el mundo no termine". Esos personajes raros, monstruos excéntricos en los que el drama se funde con su vertiente humorística o ridícula y que constituyen la iconografía felliniana, se descubren del todo en_esa película marina en la que nada -es verdad ni mentira. Tonino Guerra, que realizó el guión de la versión inglesa, asegura que "Fellini no tiene miedo de reírse de sí mismo. Siempre se ríe de sí mismo, no sólo en esa película".

Cine y poesía

Nacido hace 65 años en San Arcangelo di Romagna, tiene en su haber los guiones de siete películas de Antonioni, otras siete de Francesco Rosi y también trabajó con De Sica y Bolognini. En la actualidad trabaja con los hermanos Taviani -La noche de San Lorenzo y Caos- e imparte seminarios sobre cine. Su primera incursión en el mundo del celuloide llegó con la publicación de un libro de poesía: "Fueron a verme Elio Petri y otros y me pidieron un guión que luego se convirtió en Una hectárea de cielo, con Marcello Mastroianni. Después vendría la época de Antonioni, de la que recuerdo especialmente La aventura y Blow-Up. Cuando Fellini quiso plasmar en la imagen sus memorias, la amistad se convirtió en colaboración".

"No soy un director frustrado. Trato de ser un poeta. No creo que lo mejor de mí mismo lo diera en cine, sino en poesía. Hago guiones con gran placer porque mi poesía es imagen. Ahora, con los Taviani, se ven los elementos poéticos de mis guiones". Tonino Guerra escribe en estos momentos un guión para que sea realizado por estudiantes. Es la historia de dos viejos que viven a 30 kilómetros del mar, a orillas de un río sin agua, y que a los 80 años deciden ir a pie hasta el mar. A los tres días llegan, pero creen que el mar se ha ido porque la niebla les impide-verlo. El marido le dice a la mujer: "Esperemos que el mar venga".