La URSS divulga un ambicioso programa de desarrollo hasta el año 2000
La Unión Soviética dio a conocer ayer más detalles de sus planes para llevar a cabo un ambicioso programa de desarrollo económico y social hasta finales de este siglo. El Gobierno confía en una reestructuración administrativa, la planificación a ultranza, el ahorro de energía y materias primas, el incremento de la productividad laboral y la introducción de nueva tecnología.
La Prensa soviética publicaba ayer un documento que contiene las directrices básicas del desarrollo de la URSS durante el próximo quinquenio 1986-1990 y durante el período que queda hasta finales de siglo. Este documento es el tercero de una serie comenzada con el borrador del programa del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y los estatutos de esta organización. Los tres textos difundidos en sucesivos fines dé semana a costa de la edición normal de los periódicos, deben ser sometidos al 28º Congreso del PCUS el próximo febrero.Muchos de los elementos y datos contenidos en las directrices ahora publicadas habían sido difundidos ya con anterioridad, pero el documento -que deja un gran margen- de ambigüedad en la descripción de funciones entre todos los organismos dirigentes de la economía- es la exposición más general de la política económica de la nueva dirección soviética realizada hasta ahora.
El texto, que hace hincapié en el "fortalecimiento del principio centralizado en la dirección de la economía", no hace concesiones a la iniciativa privada, el papel del mercado o los derechos laborales de los trabajadores. Promete mayor autonomía de las empresas, sin especificar en detalle, y señala que se prevé "ampliar significativamente la independencia económica de las empresas y grupos de empresas y sus posibilidades en el reequipamiento técnico y en el perfeccionamiento de la producción, así como en la planificación".
La dirección política y la dirección económica seguirán siendo únicas. El plan obligatorio se perfeccionará mediante el uso de una mayor automatización a la hora de hacer los cálculos.
Los ministerios tendrán más responsabilidades por el cumplimiento de los planes y la safisfacción de las necesidades de la población, y las empresas se agruparán parcialmente en nuevos complejos intersectoriales. Con todo, el proyecto sigue refiriéndose a la necesidad de erradicar la duplicidad de funciones y el paralelismo en el trabajo, así como de "delimitar de forma más precisa los derechos y obligaciones entre los organismos de dirección".
Las directrices ponen más énfasis en el sector de producción de bienes de consumo (grupo B en la terminología soviética) que en el de bienes de producción (grupo A), donde se incluyen las inversiones en industria pesada y militar. Así, para el período 1986-4990 se prevé aumentar la producción del grupo B en un porcentaje comprendido entre el 22% y el 25%, y la del grupo A, de un 20% a un 23%. La prioridad del sector de bienes de consumo no es nueva, sobre el papel, ya que fue una tendencia iniciada en época de Leonid Breznev.
Al pasar revista al plan quinquenal a -punto de finalizar, el documento señala que la URSS se vio obligada a "emprender esfuerzos suplementarios" para mantener su capacidad defensiva al nivel adecuado y reconoce las dificultades en el abastecimiento de determinados productos tampoco mencionados.
La renta nacional -equivalente aproximado del producto nacional bruto occidental- aumentará hasta finales de siglo en un ciento por ciento y la productividad laboral entre el, 130% y el 150%, según el plan. Con la renta nacional la producción. industrial se duplica también durante los 15 años que faltan para final de siglo.
La energía atómica recibirá un enorme empujón. En agricultura se prevé un aumento anual medio de la producción entre el 14% y el 16%, el doble del promedio anual del período 1981-1985, un quinquenio caracterizado por una baja producción de cereales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.