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HALLAZGO EN ROMA

"Tengo el honor de comunicar a VE mi renuncia

Reproducimos en esta página seis cartas inéditas de Valle-Inclán. Todas ellas están escritas en forma de oficio burocrático y fueron redactadas por el escritor gallego en el ejercicio de sus funciones como director de la Academia de España en Roma. Estas cartas están dirigidas al entonces embajador de España en Roma y se conservaban inéditas hasta ahora en los archivos de nuestra embajada de esta capital. Fueron dadas a conocer en la mañana de ayer por el embajador de España en el Quirinal, Jorge de Esteban.

I.-(Oficio en el que se habla de su estancia en Roma.)

"Excelentísimo señor: Enterado por el secretario de esta academia, don Hermenegildo Estevan, de la advertencia y admonición que le ha hecho el ilustrísimo señor consejero don Gonzalo de Ojeda referente a la prohibición de trasladar muebles de una habitación a otra habitación, espero indulgencia, a causa de ignorar que por tal hecho incurría en falta".

"Al presente me atengo a esa prohibición con tan estricto respeto que hoy, hallándose en mi despacho hasta seis personas, como sólo hubiese asiento para tres, he tendido mi capa en el suelo y las he invitado a sentarse en ella".

"Tengo el honor de ponerlo en conocimiento de V. E., reiterando la demanda de indulgencia por mis anteriores extralimitaciones al mudar la colocación de los muebles en los recintos de esta academia. Le saluda con el mayor respeto el director".

II.-

(Borrador de oficio.)

"Excelentísimo señor: Como las únicas dos alcobas de que dispone esta dirección caen sobre tres arcos de galería, sin vidrieras ni cierre, el sol y los mosquitos las han hecho inhabitables. Con todo respeto, esta dirección solicita urgentemente un crédito para acudir a remediar este desamparo y otras extremas necesidades de que en anteriores comunicaciones se ha hecho mención o para abandonar esta inhóspita vivienda y alquilar una casa en Roma".

III.-

(Oficio del 2-10-1934.)

"En la antigua Roma, los patricios no podían ser desterrados de la ciudad, y el legislador halló un subterfugio privándolos del agua y del fuego: sin estos dos elementos necesarios para la vida, el patricio se desterraba voluntariamente".

"No han cambiado tanto los tiempos que el fuego no sea un elemento vital y que un triste fogón no sea indispensable en la vivienda del hombre. El Estado me ofrece una exigua vivienda en esta academia, a todas luces ineficaz para albergue de una familia y más incapaz porque carece de cocina".

"Como el patricio romano, privado del fuego, yo me he visto obligado a buscar fuera de la academia la satisfacción de mis necesidades gastronómicas y las de mi familia. No he de encarecer ni la molestia ni el coste a que la falta de un fogón me ha tenido condenado. Excelentísimo señor, ha llegado el momento en que esta exigua vivienda que me ofrece el Estado no puede ya cobijarme".

"Estoy enfermo, gravemente enfermo, enfermo desde hace dos meses, y en manos del doctor Ringazzine, que debe operarme. últimamente me he agravado: tengo fiebre diaria, no puedo abandonar el lecho, y en esta vivienda que el Estado me concede no hay un triste avío para hacer un caldo. En los casos en que, hallándose postrado en el lecho, como actualmente ocurre, ha sido necesario recurrir a la cocina de los señores pensionados, el servicio ha tenido que recorrer unos 50 metros en un patio descubierto y subir dos escaleras que, en junto, tienen 60 peldaños".

"Repetidas veces he formulado la misma queja, espero que ante la gravedad y apremio de las circunstancias se digne V. E. tomarla en consideración".

IV.-

(Apuntes para un oficio.)

"No puede olvidarse que siete personas requieren siete camas. Las camas de que goza esta dirección son cinco, según reza el inventario; salvo error, hasta siete faltan dos. Siete camas requieren a su vez 14 sábanas, a razón de dos sábanas por cama. Las sábanas de que goza esta dirección son 16, según reza el inventario. Aparejadas las siete camas, quedan dos sábanas de repuesto. Cuando llega la hora de mudar las camas, como el repuesto no basta (el repuesto, ya queda dicho, son dos sábanas), esta dirección pasa por el sonrojo de apremiar a la lavandera para que las enjabone en la mañana y a la planchadora para que por la tarde las seque con la plancha. Siete camas requieren, corrientemente, 14 almohadas, a razón de dos almohadas por cama. Las fundas de almohada de que goza esta dirección son nueve, según reza el inventario. A dos fundas por cama se aparejan cuatro camas y media. Si las camas son siete, no es preciso ser un Pitágoras para sacar la cuenta de que quedan dos camas sin aparejo de almohadas y una cama con medio aparejo".

"Decir que el director de la academia vive hoy como en un aduar de gitanos no es expresión exagerada. Ni su salud, ni sus canas, ni sus hábitos, ni la dignidad del cargo, le permiten continuar así. No creía necesario este vergonzoso razonamiento y lo había omitido. Si hoy lo hace, es atento y respetuoso a las indicaciones de esa Embajada. El director".

V.-

(Oficio del 11 de junio de 1931)

"Excelentísimo señor: Tengo el honor de poner en conocimiento de V. E. que numerosos grupos de peregrinos españoles con banderitas monárquicas y cifra de la depuesta monarquía visitan, con befas y ultrajes para la República, el cortil de esta academia, donde está emplazado el Templete del Bramante, erigido en el lugar donde, según una tradición piadosa, ha padecido el martirio el primero de los apóstoles".

"Han ocurrido escenas desagradables en este beaterio enemigo de nuestro régimen republicano. Para prever nuevas y más enconadas violencias, he dirigido al reverendísimo padre Fernández la comunicación de que adjunto copia.

La última carta

(Escrito enviado al embajador por el que presenta la dimisión.)"Tengo el honor de comunicar a V. E. mi renuncia al cargo de director de esta academia. Las intervenciones de la llamada Junta de Relaciones Culturales han llegado a extremos de caciquismo tan audaz e indecoroso que dignamente no pueden ser tolerados".

"Después del fraude realizado en las oposiciones de pensionados, escamoteando una de las vacantes de escultura y concediéndola luego de gracia, ahora se entromete en el régimen interior de esta academia".

"El Ministerio ha sido repetidamente informado por la Embajada del Quirinal y por esta academia de la inoportunidad de reformar el artículo del reglamento de régimen interior que prohíbe la residencia en la academia a las esposas de los pensionados casados. Pero si hubiera de hacerse la reforma atendiendo más a la conmiseración que a la justicia, nunca habrían de ser excluidos por pensionados con hijos, y exclusivamente favorecido el caso de un pensionado casado con una francesa, matrimonio estéril y menos necesitado de ayuda que los otros florecidos por frutos de sucesión".

"Roma, 15-6-1934".

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