2.000 'novedades' en la Muestra del Libro Antiguo

Unos 2.000 libros, manuscritos y documentos antiguos se exponen a la venta desde ayer en la III Muestra del Libro Antiguo y de Ocasión, que permanecerá abierta hasta el día 10. La exposición, que se abrió al público ayer, presenta obras de 22 librerías de anticuarios de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. La sala de columnas del Círculo de Bellas Artes, en la que se combinan los modos medieval y renacentista de exposición, es el escenario donde despliegan sus novedades los anticuarios. Los libreros han presentado sus ejemplares abiertos o cerrados sobre las mesas, y los demás, en estanterías.

Con el precio mínimo de compra -5.000 pesetas- se puede adquirir, por ejemplo, la primera edición española de 1926 de El retrato de un artista adolescente, de James Joyce, en la traducción de Dámaso Alonso -que utiliza el seudónimo de Alfonso Donado- y con el célebre prólogo de Antonio Marichalar. Para Juan Llorente, expositor y miembro del comité organizador, se pretende con este mínimo de precio que haya "rigor y calidad". "El precio es muy bajo", señala, "respecto a otros lugares de Europa, donde se realizan ferias similares; además, en la feria del libro de ocasión, en la que muchos de nosotros participamos, se encuentran volúmenes más baratos".A partir de este precio es posible comprar el libro de las pantagruélicas recetas deicocinéro de Carlos IV, la primera edición de Espadas como labios, con dedicatoria incluida de su autor, Vicente Aleixandre, o cromos y fotografías del siglo pasado colocados en álbumes de la época. Todo hasta llegar al aproximadamente un millón de pesetas que anteayer aseguró haber comprometido en una operación Peter de Jongue, librero anticuario holandés, por "un libro excepcional sobre Brasil, el primero acerca del Amazonas". Se trata del trabajo de Cristóbal de Acuña, de 1641, titulado Nuevo descubrimiento del gran río del Amazonas, el año de 1639. Por la provincia de Quito, en el reino del Perú. Es un libro del que al parecer apenas se conservan media docena de ejemplares, ya que la edición fue destruida en su época con el fin de evitar que los portugueses conociesen el contenido.

De Jongue, que tiene su negocio en Amsterdam, es un hombre elegante y extravertido que rompe un poco el esquema del librero anticuario convencional. Mientras todos los consultados señalaron su pasión por los libros antiguos dejando en un lugar secundario el beneficio económico que pueda reportar su comercio, De Jongue dijo: "No soy un coleccionista, sino un vendedor. Me gusta comprar ejemplares raros y caros, además de por su valor artístico, por el negocio que luego se puede hacer con ellos".

Y siguió hablando de la excepcionalidad de su compra -"el libro más caro de la feria"- y del cambio que acababa de realizar de cuatro mapas de América de su propiedad por 70 mapas de España.

Aparte de los ejemplares de un precio muy elevado, cuya adquisición no tiene por qué estar reducida a excéntricos y exquisitos, en opinión de Juan Llorente, quien destaca la cantidad de cosas -impresión, encuadernación, materiales empleados, ilustraciones- que se pueden amar en un volumen, el visitante de la muestra del libro antiguo puede adquirir a precios más asequibles primeras ediciones de la literatura española de finales del siglo XIX y principios del XX.

Esta época es la especialidad de Abelardo Linares, librero de Sevilla. "Hoy en día, el autor del noventa y ocho con más devotos", dice, "es Valle-Inclán, aunque también se busca mucho a Ramón Gómez de la Serna".

Ediciones de éstos y de otros, como Alberti, Lorca, Cernuda, Salinas, Cansinos Assens, Baroja o Azafia, se muestran en su puesto con unos precios que no superan demasiado el límite mínimo, y que no impresionan tanto como otros ejemplares de otros libreros, entre los que destaca un atlas universal de 1757, de Robert de Vaugondy, cuyo precio es de 800.000 pesetas.