El habilísimo Craxi
LE MONDE
Si Bettino Craxi jugase al rugby, sin ninguna duda se le confiaría el puesto de pilar del equipo. Tiene la estatura fisica, y su posición clave en el centro del juego político italiano le lleva a ser el que recibe más golpes, pero esto le hace igualmente indispensable a-la cohesión del conjunto.La defección del ala derecha de la coalición en el poder en Roma, el Partido Republicano de Giovanni Spadolini, descontento por la forma en que el presidente del Consejo había actuado en el asunto del secuestro del Achille Lauro, ha hecho vacilar algún tiempo el pentapartido, la formación que dirige Craxi desde hace dos años.
Pero era evidente que, en ausencia de otra alternativa, no habría un 45º Gobierno italiano saliendo de la crisis, sino un Gobierno 44º bis, reuniendo las mismas personalidades alrededor de la mesa del Consejo de Ministros, como si nada hubiese pasado.
El artesano de esta reconducción, Ciriaco de Mita, secretario general de la Democracia Cristiana, tiene excelentes razones paraobrar de esta forma. La vuelta de su partido, el más importante de Italia, a la cabeza del Gobierno le parecía prematura. En efecto, la tarea que se ha fijado -regenerar una formación política debilitada por la acumulación de escándalos- está lejos todavía de estar terminada. Por otra parte, un debate en el Parlamento sobre las consecuencias del asunto del Achille Lauro habría puesto en evidencia ciertas convergencias entre los socialistas de Craxi y el Partido Comunista.
Actualmente, Craxi se concentra, con la ayuda de Reagan, en minimizar el.alcance de las divergencias con Estados Unidos puestas de manifiesto a propósito de las condiciones en las que el líder palestino Abu Abbas pudo salir de Roma. Cuando llegó a Nueva York para asistir a la reunión de las Naciones Unidas, Craxi declaró que la caída del Gobiézno no era culpa de los americanos. ( ... )
Sin embargo, deberá contar ahora con el sobresalto de orgullo nacional que se ha manifestado en el país y que se ha traducido en algunas demostraciones antiamericanas en las calles y en el Parlamento. ( ... )
1 de noviembre
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