¡Más volumen, 'tronco'!
Apareció el trío Duncan Dhu entre el público paciente y apretado que había logrado su sitio en el piso superior del pequeño pub. Otros muchos se quedaron en la calle. Duncan Dhu tocaron un instrumental animoso con la ayuda del saxo. Voy a ser una rock star y Por tierras escocesas continuaron el principio del repertorio con un notable predominio sonoro del bajo eléctrico y un poco apreciable rasgueo de la guitarra acústica. Una versión, muy original de Bésame mucho mejoró la presencia de la voz y la guitarra de Mikel, un joven de imagen y ademanes muy rockeros. "¡Más volumen, tronco!', había gritado un espectador que se encontraba bastante cercano.
El rock español adolece de melodías entre tantas canciones aparecidas. La música de esta banda donostiarra se fundamenta en su energía vital, en esas ganas de comerse el mundo. Se captaban, de entre un sonido tan irregular, un espíritu, una inquietud y un sentido musical espontáneos que se probaban en los ritmos de cada pieza breve y simple que interpretaban. Lágrimas en la arena y 1954 iniciaban el tema con parte musical, entraba la voz con brío, se callaba y más música rítmica con guitarra, bajo y batería; luego, bajo y batería solos; la guitarra volvía para recoger la voz, y otra vez los tres instrumentos, para cesar con rapidez
Concierto de Duncan Dhu
Mikel Erentxun, voz y guitarra. Diego Vasallo, bajo y coros. Juan Ramón Viles, batería. Colaboraron Pepe El Víbora, saxo, y Paco Trinidad, armónica. Templo del.Gato, Madrid. 25 de octubre de 1985.
Notas calientes
Una de las canciones más sorprendentes por su bella melodía fue Por última vez el sueño escocés, la pieza que entonaban en notas calientes y directas que contrastaban con la escasa capacidad comunicativa de estos tres chicos, quizá intimidados por la situación y el lugar en el que actuaban.La idea de los pubs musicales al modo californiano no puede permanecer si éstos no abundan y si además no existen otros recintos más amplios para aquellos grupos que ya no quieren tocar en los pequeños.
Los aficionados, ávidos de música en directo, llenan tan reducido espacio y entonces, se rompe la intención de tomar una copa tranquilamente mientras se contempla una actuación en vivo, próxima y recogida. Una, entre sudor y agobio excesivos, apenas puede disfrutar porque no hay ni calma ni bienestar.
Duncan Dhu superaron la prueba. Más seguros en la parte final del concierto -Tarde de fiesta y Extraños- animaron a los asistentes hasta terminar con la esperada Casablanca, una canción-canción que contagia, mueve y se escucha con deleite.
Babelia
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