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La ofensiva de la derecha americana contra la ONU

LE MONDE DIPLOMATIQUE"Un mundo sin las Naciones Unidas sería un mundo mejor". Sería impensable que Estados Unidos celebre el 40º aniversario de la creación de la ONU haciendo suya esta declaración de la Heritage Foundation, la cual ya se ha retirado de la Unesco. La ofensiva que se ha desarrollado en 1983 contra la Unesco no'era más que un preludio de una campaña contra todo el sistema de Naciones Unidas. Charles Maines, redactor jefe del Foreign Policy, había utilizado una forma brillante: "Han escogido como objetivo la organización más pequeña, más débil: la Unesco,'que es la isla de Granada de las Naciones Unidas". La naturaleza y los motivos de la agresión contra la filial cultural de la ONU han sido expuestos ya en este diario. Pero no será inútil volver sobre ello a la luz de documentos que ponen en evidencia la relación que une a una y otra ofensivas. Testimonios recientes y autorizados han confirmado lo que el informe Hennley había manifestado desde el 25 de abril de 1984, a saber, la colisión total entre los miembros de la Administración de Washington y la Heritage Foundation, cuyas recomendaciones son seguidas por el mismo presidente Reagan.El ataque ha tomado tal envergadura y se ha extendido tan bien su campo de acción, lejos de la capital federal, que la eventualidad de una retiraüa de Estados Unidos de la ONU, seguida de la retirada espectacular de otros Estados, no podría excluirse. (...)

El 13 de abril, Gough Whitlam, embajador de Australia en la Unesco, había presentado, en Londres, un informe denunciando la conducta de ciertos medios británicos, que se habían apresurado, desde 1984, ha extender en el Reino Unido esta campaña inspirada por la Heritage Foundation, que obraba más o menos en concierto con el Departamento de Estado.

Whitlam evocaba sin equívocos esta organizaci ón como muy rica y, según él, muy siniestra. Recuerda sus orígenes cuando Coors, amigo de Reagan, había permitido su creación en 1973 con un donativo de 250.000 dólares; la organización se desarrolló gracias a la generósidad de un multimillonario, Richard Mellon Scaife, de John Olin y de otros (el presupuesto anual de la Heritage sobrepasa actualmente los 10 millones de dólares). (...)

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Whidam evocaba también el papel de su predecesor, Owen Harries, americano nacionalizado australiano, embajador ante la Unesco de 1982 a 1983, miembro asociado, muy activo, de la Heritage Foundation. (...)

La campaña contra la Unesco y la que se prosigue contra la ONU no han dejado nunca de alimentarse conjuntamente. Así, una carta de Philip Crane, miembro del Consejo, presenta a la Cámara una petición de la Heritage: "Es precisamente ahora cuando vosotros y yo tenemos la posibilidad de nuestra vida, y cortar de raíz la contribución financiera de Estados Unidos a la ONU: personalmetite, me agradaría salir completamente de las Naciones Unidas... Podemos así", concluyó Crane, "liberarnos del KGB y de los, comunistas pagados por la ONU, así como terminar con la ayuda que proporciona a los terroristas, es decir, sobre todo a la OLP". (...).

octubre de 1985

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