La Complutense debe improvisar aulas y contratar profesores ante la elevada cifra de alumnos
La Universidad Complutense de Madrid tendrá que improvisar en pocos días las instalaciones necesarias para acoger al elevado número de nuevos alumnos, que desbordan las previsiones de matrícula de su rectorado. Del mismo modo, numerosos profesores tendrán que ser contratados sobre la marcha para poder atender a la matrícula de los primeros cursos, cuyo aumento supera en más de un 400% las previsiones de las autoridades académicas para algunos centros. Las facultades de Económicas y Derecho y las escuelas de óptica, Trabajo Social y Estadística serán los centros con mayores problemas.
La Administración ha prometido hacer frente al coste adicional que representarán las ampliaciones de plantillas y de profesorado, según informaron ayer en una conferencia de prensa miembros de la junta de gobierno de la Complutense, que califican la situación como muy difícil y "consecuencia de la legislación que nos constriñe", según afirmó Sergio Rábade, vicerrector de Ordenación Académica.En tono mucho más dramático, el secretario general, Alberto de la Hera, habló de "dificultades insalvables", y culpó abiertamente al último decreto ley sobre admisión de alumnos de ser la causa inmediata de los problemas que va a originar el elevado número de alumnos admitidos por encima de todas las previsiones y sugerencias de la propia universidad.
Sergio Rábade rechazó la calificación de "insalvable", apostilló la intervención de Alberto de la Hera como "más o menos afortunada", y subrayó la disposición del Ministerio para ayudar a hacer frente a los problemas.
Por su parte, Julio Medina, vicerrector de alumnos, señaló que se han admitido 28.000 alumnos 6.500 de los cuales aproximada mente han sido adscritos a centros distintos de los elegidos en primera opción cuando los aspirantes formalizaron sus impresos de preinscripción.
El vicerrector dijo que sólo unos 1.000 aspirantes se encuentran pendientes todavía de adjudicación de plaza, la mayor parte de ellos en escuelas universitarias. "Son los que se han excluido a sí mismos" dijo el vicerrector, "al haber señalado sólo una o dos opciones en sus preinscripciones, contando con calificaciones insuficientes para alcanzar plaza en facultades o escuelas donde el exceso de demanda eleva inevitablemente la calificación media mínima exigible". Medina añadió que, no obstante, también a estos alumnos se les va a ofrecer una plaza, pero en centros donde no hay tantos problemas. En situación parecida se encuentran otros 1.500 alumnos procedentes de otras universidades, a los que la actual normativa sobre acceso no obliga a admitir, puesto que, en igualdad de condiciones, da preferencia a los alumnos del propio distrito.
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