'Re-animator' y el japonés Terayama, vencedores en el certamen de Sitges

El jurado de Sitges 85 ha seguido la vieja táctica de intentar contentar a todo el mundo. Así, si Re-animator, de Stuart Gordon, ha sido elegida como Mejor Película de acuerdo con un criterio compartido por la mayoría del público, amante de las emociones fuertes y, muy concretamente, de los zombies decapitados, para Saraba Hakobune, del japonés Terayama, va el galardón que consagra al Mejor Cineasta, y para el alemán Heiner Stadler y su King Kong Faust el premio al Mejor Guión. Los actores elegidos como más dignos de figurar en el palmarés son los de dos películas americanas -Return y Day of the dead-, y los efectos especiales considerados más brillantes son los de Lifeforce. En conjunto puede decirse que los premios procuran conciliar la supremacía técnica americana con el mayor rigor y fantasía de europeos y orientales, simplificación que no deja de responder a la realidad aun y cuando el nivel medio de los filmes vistos en Sitges dentro de la sección competitiva deja bastante que desear. Por ejemplo, el hecho mismo de que los críticos hayan premiado Saraba Hakobune es significativo, pues fue también la crítica quien no demostró ningún entusiasmo por el trabajo de Terayama cuando fue presentado en el último Cannes.Un balance de lo que ha sido el festival no debe quedarse tan sólo en la valoración de la calidad de las películas. También hay que recordar, por ejemplo, que la selección no ha incluido ningún título español. Esto sorprende en un festival cuyo presupuesto, en un 90 por ciento, lo cubre la Generalitat, sobre todo porque este año Carles Mira y Els Comediants han fabricado Karnabal, que después de su presentación veneciana ha sido incluido en la Mostra de Valencia.

Por otra parte, el predominio estadounidense en la competitiva y en la informativa es exagerado, y no se corresponde con ninguna otra cosa más que con un criterio de selección tímido y falto de valentía que se pliega demasiado a las conveniencias de las majors. Estas, por su parte, tampoco son muy generosas con Sitges. Ni la tercera entrega de las aventuras de Mad Max, ni la espléndida Back to future, ni la taquillera Cocoon han figurado dentro del programa.

.El público ha respondido masivamente, y la ausencia de los anunciados Franju, Wes Craven, Glen Cloose o Ángela Molina no ha disminuido el interés de los aficionados. En este sentido, en el del apoyo popular, Sitges está bien encaminado.

Homenaje a Welles

Los festivales -se ha dicho muchas veces- son la gran fiesta del cine. Y cuando llega a una fiesta la noticia de la muerte de una persona querida y admirada por todos, eso no puede dejar de reflejarse en le calendario de actos. La organización de Sitges, con buenos reflejos, montó inmediatamente un pase en homenaje a Orson Welles, consistente en la proyección de El proceso y del cortometraje Hearts of edge. Al mismo tiempo, el azar ha querido que el dia de la clausura se exhibiese Dementia 13, filme de Francis Coppola, rodado en 1963 y de estilo netamente wellesiano.