Mario Soares inicia la ofensiva para conquistar la presidencia portuguesa

Los socialdemócratas portugueses se preparan para formar un Gobierno minoritario, mientras el primer ministro dimisionario, Mario Soares, ha iniciado la ofensiva para la conquista de la presidencia de la República, tras el terremoto electoral del pasado domingo.Al final de la tarde del lunes Mario Soares convocó a la Prensa portuguesa y extranjera para revelar el contenido de dos cartas que había dirigido horas antes al líder del Partido Social Demócrata (PSD), Anníbal Cavaco Silva, y al jefe del Estado, Antonio Ramalho Eanes, para "informarles" de su renuncia al ejercicio de las funciones de jefe de Gobierno y de la "transferencia del poder" a manos de su sustituto legal, el viceprimer ministro socialdemócrata Rui Machete.

Según Soares, Machete, previamente informado, había "coniprendido" el deseo del líder del Partido Socialista, derrotado en los comicios, de facilitar la tarea del "futuro primer ministro", lo que fue desmentido poco después por el afectado.

Machete y el PSD reafirmaron su decisión de cumplir la norma constitucional según la cual el jefe del Gobierno dimisionario debe permanecer en funciones hasta la toma de posesión de su sucesor, que ha de ser designado por el presidente de la República "teniendo en cuenta los resultados electorales y después de consultar a los partidos representados en el nuevo Parlamento".

'Regalo envenenado'

El regalo envenenado de Soares a Machete, que no es precisamente un hombre de confianza del presidente del Partido Social Demócrata, tenía una doble intención: colocar a Eanes al margen del proceso de cambio de Gobierno y frente al hecho consumado de una transmisión del poder directa, del partido vencido al partido vencedor, y reducir el alcance de la derrota electoral del Partido Socialista al de un cambio de primer ministro" entre los dos miembros de la coalición aún en el poder.Con esta maniobra, Mario Soares revela claramente su intención de jugarse el todo por el todo en las elecciones presidenciales del próximo mes de enero, transformándolas en segunda vuelta de los comicios legislativos del 6 de octubre.

Soares espera aun conquistar la presidencia de la República y vengarse a la vez de Eanes y de Cavaco Silva, aprovechando el hecho de que una parte importante del electorado socialdemócrata no está muy predispuesto a apoyar la candidatura a la jefatura del Estado de Diego Freitas do Amaral, ex presidente del democristiano Centro Democrático y Social, sugerida por Cavaco en el último congreso del PSD, y que muchos dirigentes socialdemócratas, entre los cuales se encuentran los actuales ministros del PSD, son más antieanistas que antisoaristas.

La táctica anunciada por Soares es hacer de su elección a la presidencia la base para la reconquista de la mayoría del bloque central que existió en el anterior Parlamento, y que fue rota por Cavaco Silva, en opinión de la dirección socialista, únicamente para satisfacer su ambición.