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El salario real tendrá un crecimiento nulo durante los próximos cuatro años, según los objetivos del Gobierno

Los salarios reales por persona ocupada, que descendieron un 0,5% el año pasado y tendrán un crecimiento nulo en 1985, deberán permanecer congelados durante los próximos cuatro ejercicios, según los nuevos objetivos de política económica a medio plazo que ha trazado el Gobierno. Dentro de la Comunidad Económica Europea, un intento de ajuste similar sólo tiene parangón en Dinamarca, donde las remuneraciones salariales han bajado más que en España y volverán a caer en 1986. El Ejecutivo español ira el avance del consumo privado a las prestaciones sociales y considera que tras el paréntesis del año que viene podrá bajar la inflación un punto cada año, así como mejorar la balanza comercial con el exterior.

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Los precios al consumo subieron un 0,2% en el pasado mes de agosto

El Gobierno persigue que la moderación de costes laborales contribuya a consolidar la inversión privada y el empleo. El cuadro de objetivos de política económica a medio plazo aparece en la documentación que ha remitido el Gobierno al Congreso de los Diputados de cara al debate del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1986.Aunque en dicho proyecto no han sido encontrados objetivos de empleo, su desarrollo está salpicado de alusiones a que durante el presente ejercicio se ha logrado frenar la destrucción de puestos de trabajo y en 1986 podrá mantenerse el nivel de ocupación, por lo que la política económica debe seguir dirigida a sentar las bases para crear empleo.

Según los números del Gobierno, el crecimiento real de la actividad económica -del 2,5% el próximo año y del 3% en los siguientes, medio punto menos de los manejados hace un año- deberá basarse casi íntegramente en la demanda interna.

La integración de España en la Comunidad Económica Europea, el panorama internacional y la necesidad de alimentar el consumo interno y la inversión privada, que han empezado a crecer claramente en 1985, provocarán notables incrementos de las importaciones, tan altos o mayores de los que cabe esperar en las exportaciones de bienes y servicios, según se refleja en el cuadro adjunto.

No obstante, el Ejecutivo que preside Felipe González considera factible el mejorar paulatinamente la balanza de pagos de España con el exterior, incluso en términos de producto interior bruto (PIB). Igual que para mantener la pujanza de la inversión privada, ello requerirá el mejorar la competitividad de los productos españoles, a través de la desaceleración de los precios y de acortar los diferenciales de inflación con otros países, al tiempo que se reducen los costes laborales por unidad producida.

Un ajuste típico

Dentro de este esquema, la esperada expansión del consumo privado -el cual absorbe más de las dos terceras partes de la producción anual- no debe proceder del aumento de los salarios reales, sino de consolidar o elevar el nivel general de empleo y, asimismo, de incrementar las transferencias sociales.Estos dos últimos factores, como los excendentes empresariales no destinados a saneamiento financiero, ya han permitido que la renta disponible de las familias compensara la caída de salarios en relación con los precios.

Aunque las cifras del Gobierno indican que el salario real por persona subió un 0,9% en 1983 y bajó el 0,5% en 1984, los avances de la Contabilidad Nacional, publicados en su día por el Instituto Nacional de Estadística -que depende orgánicamente del Ministerio de Economía y Hacienda- apuntaban respectivas caídas del 2% y del 3% para las remuneraciones de los asalariados, térmiño que une a la evolución de los salarios la baja del empleo registrada en cada año.

Caída tras caída

La caída de la remuneración de los asalariados respecto a los excedentes empresariales ha puesto en marcha durante los tres últímos años uno de los principales mecanismos de ajuste de la economía española, al permitir a la mayor parte de las empresas afrontar primero el aumento de cargas financieras que sufrieron por la subida de los tipos de interés reales desde 1978 y luego disminuir su dependencia de la financiación ajena de bancos y caj as de ahorro.En la Comunidad Económica Europea los salarios reales han crecido en los últimos cinco años a una media superior al 1,2%, excepto en 1982 y 1984, cuando aumentaron el 0,5% y 0,9%, según estadísticas publicadas por la Comisión de Bruselas.

Sólo Irlanda, Holanda y Dinamarca acusaron descensos de cierta continuidad, mientras que en dos países -Francia y Bélgica- no han bajado en ninguna ocasión. Para el presente año, la expansión media de los salarios reales en la Comunidad Económica Europea ha sido estimada en el 1,3%, si bien Dinamarca y Holanda han calculado una caída del 0,1%.

Cálculos reafirmados

Los objetivos de política económica formulados por cada país para el próximo ejercicio apuntan a un nuevo crecimiento medio del 1,2%. Todos los países, excepto binarnarca, que prevé otro descenso del 0,4%, aumentarán sus salarios reales.

En Holanda, por ejemplo, donde han bajado durante cinco de los últimos seis años, el incremento previsto asciende al 1,1 %.

En Irlanda, donde las caídas estuvieron concentradas en el trienio 1981-1983, para luego subir el 2,5% en 1984, el objetivo formulado de cara al próximo ejercicio asciende al 1,2%.

España, el cuadro macroeconómico que formula el Gobierno a medio plazo va acompañado por la reafirmación de los siguientes objetivos presupuestarios: reducción del déficit público a un ritnio de medio punto por año tras el 4,5% de 1986, reforma de la estructura impositiva para dar mayor protagonismo al impuesto sobre el valor añadido (IVA), contención de los gastos públicos para liberar recursos que contribuyan a la reforma de las empresas estatales y la Seguridad Social, incrementar la financiación estatal a la Seguridad Social con un aligeramiento de la carga fiscal atribuible a las cotizaciones, mejorar la gestión de la Administración tributaria para combatir más eficazmente el fraude y dar un trato más favorable a la unidad familiar.

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