Retorna la calma a la penitenciaria de Lurigancho, en Perú
La calma retornó ayer al penal de Lurigancho, cerca de la capital peruana, después de dos días de motines y combates que dejaron 30 muertos, la mayoría quemados vivos en un incendio, y 67 heridos, según informó ayer la policía. Los enfrentamientos entre miembros de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, que se negaron a aceptar un control de armas, y la polícía de prisiones comenzaron el viernes por la noche y continuaron gran parte del sábado en medio de la prisión, donde se hacinan más de 6.000 penados.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete_