Liber 85 clausuro su etapa comercial con resultados discretos

Liber 85 se transformó ayer en una enorme exposición de libros de cara al público, que continuará durante toda la jornada de hoy, mientras los editores cerraban las últimas operaciones de venta y coedición con Latinoamérica del certamen, que comenzó el pasado día 1. "Creo que los resultados comerciales nos permiten ser más optimistas que en las ediciones anteriores", aseguró Francisco Pérez González, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España.

"No disponemos aún de información definitiva" continuó, "pero se ha visto a muchos editores cerrando tratos con papel y bolígrafo en mano".Las primeras valoraciones insinuaban que, proporcionalmente, los mejores resultados habían sido cosechados por los pequeños y medianos editores, mientras que los grandes se limitaban a cerrar tratos iniciados a lo largo del año. "Para los editores que no tienen posibilidad de viajar o mantener filiales en Latinoamérica, Liber se convierte en una solución para negociar con los importadores del área", dijo Pérez González. No obstante, Antonio Albarrán y José María de la Torre, directores de dos editoriales pequeñas, afirmaron que para su sector los resultados continúan siendo "medianos y discretos". "Nuestras operaciones con importadores", dijo De la Torre, "quedan limitadas a pedidos que en ningún caso superan los 200 ejemplares por título, y que son irrelevantes comparados con los tratos que pueden cerrar las 10 grandes empresas que están en la muestra".

Por su parte, Antonio Albarrán dijo haber visto "menor presencia de compradores hispanoamericanos de los que cabía esperar", y subrayó que su presencia en la muestra era obligada, a pesar de los resultados: ""Si no estamos aquí no existimos para Hispanoamérica".

De Madrid a Francfort

El afianzamiento de Liber ha logrado desplazar el interés que para algunos editores mantenía la feria de Francfort, tradicional punto de encuentro con los compradores de Latinoamérica. "A Francfort vamos a comprar derechos", subrayó un portavoz del grupo Anaya, mientras que para Carlos Gispert, de la editorial Océano, "actualmente llegan más hispanoamericanos a Liber que a Francfort".

Una de las novedades en el es caparate exportador de España ha sido la presencia de Publiexport, consorcio que comercializa los fondos de 250 editoriales y que pretende normalizar la presencia de pequeños editores en el extranjero. "Las operaciones de nuestro sector", explicó Néstor García, dirigente del nuevo organismo, "representan la cuarta parte de todas las exportaciones españolas de libros, pero, individualmente, cada editor pequeño no puede asumir los costes de promoción, difusión y venta de sus obras". Las primeras operaciones gestionados por Publiexport, durante la muestra han sido consideradas satisfactorias por varios editores.

A la hora de medir el interés de Latinoamérica por los diferentes géneros, varias opiniones coincidieron en señalar una mayor de manda de libros infantiles, técnicos y dedicados a la educación. En todas las opiniones consultadas existía la convicción de que, en el marco de la crisis latinoamericana, España tiende a fortalecer su condición de suministrador de libros, aunque encuentra escaso interés por la coedición.

Varios de los autores latinoamericanos que asisteron a las jornadas de Liber coincidieron en subrayar su interés por estrechar relaciones con las editoriales españolas. Juan José Arreola, el prestigioso cuentista mexicano, aseguró que "para los escritores híspanoamericanos, España ha vuelto a convertirse en el gran centro editorial, tras el declive de México y Argentina".

También el escritor chileno Jorge Edwards, con varios títulos editados en España, considera que "muchos editores españoles aún pueden asumir el riesgo de promocionar escritores jóvenes", posibilidad que la crisis económica ha eliminado de la función de sus collegas latinoamericanos. La importancia de la gestión de los agentes literarios fue resaltada tanto por Edwards como por la escritora Isabel Allende.