El mundo editorial europeo rinde homenaje a Feltrinelli
Un congreso sobre el tema Proyectos y esperanzas del mundo editorial europeo se celebró durante la pasada semana en Milán (Italia) con motivo del 302 aniversario de la famosa y casi legendaria Casa Editorial Feltrinelli, al que han asistido personajes del mundo de las letras de toda Europa. Feltrinelli murió en 1972, en circunstancias misteriosas. El famoso editor, creador de una de las más combativas casas del libro del mundo, de gran influencia en la Europa que desembocó en las revueltas de 1968, fue hallado muerto en la localidad italiana de Segrate. Al parecer, había atentado con una bomba contra un poste de la luz.El congreso ha planteado las preguntas que desde su fundación, en 1955, obligó a poner sobre el tapete la nueva editorial de Giangiacomo Feltrinelli, de la que acaba de escribir con intuición Enrico Filippini, que fue una de sus columnas vertebrales, que Feltrinelli como otras casas editoriales supo ser "más que una simple casa editorial". Para celebrar la importancía que Feltrinelli ha tenido en la puesta en marcha de la figura del editor como creador de cultura se han reunido en Milán'durante el último fin de semana los responsables de editoriales como Gallimard (Francia), Roswohlt, Faber & Faber, o los españoles de Tusquets, Alfaguara y Anagrama, entre otros. Nunca se reunió tanta gente para rendir homenaje a un compañero. "Si lo han hecho ha sido como prueba de confianza colectiva. Además del editor solitario existe también el editor empresarial (lo que no somos y lo que no queremos)", dijo Giulio Einaudi, "pero también existe el editor que ama trabajar en equipo".
Un símbolo, o por lo menos lo fue hasta que estuvo en manos del genio de Giangiacomo, las causas de cuya muerte aún no han sido totalmente desveladas. Hay incluso quien asegura que está vivo, refugiado en algún país del Este comunista. Feltrinelli era el típico hombre de izquierdas italiano, inconformista, que fue capaz de recorrer todo el arco político que desemboca en la extrema izquierda y que pasa por los más diversos estadios de compromiso político.
De lo que no cabe duda es de que su casa editorial, como ha afirmado Alberto Cadioli en el diario L'Unità, había sabido ser al mismo tiempo "expresión de un movimiento y de un mercado".
