Kohl responde a las peticiones de Felipe González recordando la disciplina presupuestaria de la CEE
El canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Helmut Kohl, respondió ayer con un llamamiento a la disciplina presupuestaria de la CEE a las peticiones del presidente del Gobierno español, Felipe González, para atenuar la aportación de España en los presupuestos del Mercado Común. González y Kohl finalizaron ayer a mediodía las terceras consultas anuales hispano-alemanas occidentales que ambos decidieron institucionalizar en el encuentro que celebraron en Madrid en mayo de 1983.
El lunes por la noche, en una breve aparición ante los periodistas españoles, González había mostrado su preocupación por los temas presupuestarios de la Comunidad, que, según dijo, afectan también a España, aunque España no pueda aún participar en sus discusiones.
Ayer, en la conferencia de prensa que celebró con Kohl al final de las 24 horas de consultas hispanogermanas, González relató cómo España, en un primer momento, había mantenido "la expectativa razonable de que, siendo un país con un nivel de renta inferior a la media europea, iba a ser receptor neto en su adhesión a la Comunidad". "Luego", dijo González, "se llegó a la conclusión de que "en el período transitorio se neutralizaría lo que se recibía con lo que se daba". Ahora, añadió citando el chiste del inválido que va en peregrinación a Lourdes y sufre un accidente, lo que pretendemos es "quedarnos como estábamos".
"Tenemos", agregó, "una economía frágil con un desafío por delante muy fuerte, y creo que eso debe ser tenido en cuenta". "España", concluyó, "sería muy difícil que se considerara un contribuyente neto de la CEE; ojalá algún día pudiéramos presumir de ello".
Helmut Kohl intervino después de González para explicar cómo no se pueden expandir los gastos sin poner orden en los presupuestos. "En el seno de la CEE", dijo tajantemente, "tenemos la obligatoria necesidad de mantener una disciplina presupuestaria".
González y Kohl coincidieron en calificar de excelentes las relaciones entre sus dos países y también entre sus dos personas, a pesar de las diferencias ideológicas que se supone debe haber entre el socialista español y el conservador germano.
El referéndum
Kohl relató cómo la cena oficial del lunes se terminó prolongando hasta la una de la madrugada, aunque, bromeó, ninguno consiguió convencer al otro para que abandonase su partido. En la conferencia de prensa, González fue interrogado también sobre si había hablado con Kohl para que éste convenciera a la oposición conservadora española para que participe activamente en la campaña del referéndum sobre la OTAN. "No se ha hablado de esto", dijo secamente el presidente del Gobierno español.
Durante las casi nueve horas que ambos jefes de Gobierno pasaron juntos en los dos últimos días apenas se dedicaron 15 minutos a conversar sobre la pertenencia de España a la Alianza Atlántica, según declaró González.
Sobre la Iniciativa de Defensa Estratégica estadounidense, González comentó que España sigue estudiándola y añadió que la existencia de una economía de mercado hace que las empresas españolas puedan ir más allá que el Gobierno sin que éste pueda hacer nada para impedirles que participen en los planes de investigación que prevé esta iniciativa. "Estoy seguro", añadió González, "de que la URSS está haciendo su propia investigación sobre estos temas".
Ayer, antes de reunirse de nuevo durante una hora con Kohl, el presidente del Gobierno español realizó una visita de cortesía al presidente de la RFA, Richard von Weizsacker. Antes de regresar a Madrid almorzó con Willy Brandt, presidente del Partido Socialdemócrata alemán. Al concluir este almuerzo González anunció que acudirá a la conferencia sobre desarme que celebrará la Internacional Socialista 6ntre el 15 y el 17 de este mes en Viena.
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