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Lluís Pasqual convence al público de París con su montajede 'La vera storia', de Calvino

Soledad Gallego-Díaz

La vera storia, una ópera contemporánea con música de Luciano Berio y libreto del recientemente desaparecido Italo Calvino, inauguró el pasado lunes por la noche la temporada del Teatro Nacional de la Opera de París. La obra, puesta en escena por el director catalán Lluís Pasqual, recibió una calurosa acogida, pese a su extrema complejidad, que hizo fracasar su primer estreno en Italia, en 1982. En esta ocasión, el trabajo de Lluís Pasqual, que tuvo que luchar con toda clase de dificultades, consiguió acercar más la ópera al espectador. Entro el público que asistió a la representación se encontraban varios ministros del Gobierno francés y numerosas personalidades del mundo de la música y de la literatura.

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Lluís Pasqual reconoce que aceptó el encargo de la Opera de París -en colaboración con los teatros de Florencia y de Chicago- como un reto. "Es una obra difícil tanto desde el punto de vista de la música como de los textos, terriblemente intelectuales. Yo he intentado no añadir contemporaneidad a lo contemporáneo, huir de cualquier pretensión de modernidad para hacerlo más elemental".La vera storia consta de dos actos, los dos con la misma música y el mismo texto. El primero es una reflexión sobre la ópera, en el que los diferentes intérpretes representan el concepto mismo de su trabajo: "La soprano es la sopraneidad, si es que se puede inventar esa palabra", explica Pasqual. "No hay argumento, pero existe una línea de unión gracias al papel de la narradora, la cantante Milva, que da cohesión a la historia sobre el ritual de la fiesta y la representación. En esta primera parte, situada en una especie de plaza mediterránea, juega la ironía, las referencias a la ópera como espectáculo".

En el segundo acto todo está cambiado; el coro canta la partitura del tenor, éste la de la soprano... Desaparece la narradora y las conexiones se dejan al subconsciente del propio espectador, gracias a pequeños flashes como un resto harapiento del primer vestuario. "Es como un sueño, la pesadilla del primer acto. El decorado representa ahora un espacio cerrado, con columnas enormes. Algo urbano, que puede recordar desde un metro al vestíbulo de un gran edificio en una gran ciudad. En definitiva, me he visto obligado a montar dos óperas distintas", prosigue el director.

Las dificultades han sido enormes, no sólo por la complejidad de la música, que exige a los intérpretes cosas nuevas, sino por la riqueza del montaje de Pasqual, que en algunos momentos sitúa en el escenario del palacio Garnier hasta 250 personas moviéndose en un espacio de 30 metros de profundidad por 40 de ancho. En el segundo acto, un coro de 100 personas canta desde fuera del escenario, a través de micrófonos.

"Montar una ópera como ésta en el palacio Garnier no sólo es difícil, sino prácticamente imposible por la estructura de este monstruo", afirma el director. "En total hay que contar con unas 2.000 personas. Una simple hora extra de trabajo supone que 800 personas prolongan su jornada laboral".

Siempre que acaba el montaje de una ópera, Pasqual se promete no volver a aceptar un encargo de este tipo. "Luego me olvido, por que la ópera es un espectáculo único, en el que no puede existir divorcio entre lo que se escucha y lo que se ve, en el que hay que transmitir en imágenes simples lo que la música propone. El desgaste es enorme, enloquecedor, pero al mismo tiempo excitante".

Pasqual ha contado con el apoyo del compositor, Berio, que fue quien dio luz verde a la ópera de París para que contratara al director catalán. "Tenerle cerca ha sido una ventaja, aunque en algunos momentos nos ha vuelto locos a todos, porque no tiene distancia respecto a su propia obra".

"Ítalo Calvino y Berio", explica el director, "trabajaron en La vera storia durante cuatro años. Nosotros hemos tenido un mes para ponerla en escena y hay que tener en cuenta que todo era nuevo, desde las partituras hasta los cantantes líricos. Milva es la única que había participado en el primer estreno".

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