Muerte en la mina
Con motivo de los accidentes mineros ocurridos últimamente, ese diario independiente publicaba un editorial, titulado Muerte en la mina, cuyo contenido me ha llenado de indignación por lo tendencioso y partidista del mismo. Para el editorialista, la ausencia de política gubernamental sobre el tema, la contratación temporal, la productividad, el despido, el absentismo, cláusulas contempladas en el AES, no entran en su análisis. La víctima es la culpable para ustedes. Por otra parte, el editorial parece escrito por un militante de UGT. Todo son alabanzas y para bienes para esa central sindical. Sin embargo, se olvida que ese sindicato tiene parte de responsabilidad en el deterioro de las condiciones de trabajo y en el aumento de la siniestralidad al aceptar sin condiciones la política economicista del Gobierno, al firmar acuerdos (AES) que dejan en precario el mercado de trabajo, al dar el visto bueno al Estatuto del Minero, nor ma que no contempla comités de seguridad e higiene en explotaciones de menos de 50 trabajadores y que ignora derechos sindicales básicos: derecho a la formación, a la información y a parar el trabajo. Sindicato que apoya una política gubernamental que pone en peligro los derechos más elementales: el derecho a la vida, al trabajo y el derecho a la salud. El editorialista, basándose en datos de UGT, responsabiliza a los empresarios y olvida que, junto a la responsabilidad empresarial, mayor es la res-Pasa a la página 14
Viene de la página 13
ponsabilidad de un Gobierno y su sindicato.
Todos estos datos y otros estudios realizados por expertos en sociología del trabajo sobre las repercusiones del AES en el deterioro de las condiciones de trabajo los posee esa Redacción, pues han sido varias las cartas, télex y documentos que he enviado en otras ocasiones, devolviéndomelos siempre con la lacónica frase: "Lamentamos no poder publicárselo". Espero que en esta ocasión haya más suerte, aunque lo dudo, metidos y comprometidos como están ya en la campaña electoral del PSOE-UGT, partido-sindicato, que, por cierto, prometieron en su programa electoral una nueva ley sobre salud laboral. Todo se quedó en promesas, y los trabajadores siguen muriéndose en los centros de trabajo.- Gabinete de salud laboral de CC OO.
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