El gran bazar del futuro
La aplicación de la informática a la electrónica de consumo centra la atención en Sonimag 85
Las grandes marcas intentan presentar este año en Sonimag novedades que compitan en la baja de precios generalizada que han forzado los constructores japoneses. Así, Philips compite con Sony en la presentación de un lector de disco compacto portátil, más pequeño que un autorradio, que funciona con pilas (CD-10, 85.000 pesetas), o un equipo midi que incluye todos los elementos de una cadena de sonido -incluido lector de disco compacto- y totalmente gobernable por mando a distancia (FP-455, 260.000 Ptas). Actualmente son ya más de 2.000 los títulos editados en disco compacto en EspañaEn vídeo, la batalla comercial se sitúa entre las cámaras portátiles del tipo VHS, como la Vhs-Movie de Philips (300.000 Ptas) -que pesa 3 kilos, sirve también de reproductor y se desconecta automáticamente cuando lleva cuatro minutos sin funcionar- y las que incorporan el nuevo formato de cinta de 8 milímetros, como la de Sony, similar a una casete de sonido. La firma Vieta presenta un tablet de video-art (PX-T87, 70.000 Ptas) que permite hacer, dibujos sobre una cinta de vídeo por medio de un ordenador personal y, además, facilita la realización de rótulos sobre un vídeo.
Una de las grandes atracciones de Sonimag 85 es la gigantesca pantalla visual formada por 72 aparatos de televisión que funcionan simultáneamente, componiendo una o diversas imágenes ante el espectador. Se trata de un enorme sistema, que puede llegar a alimentar hasta 126 pantallas, y que pesa más de cinco toneladas. Esta gigantesca pantalla está basada en un ordenador que procesa cinco fuentes de alimentación visual, videodiscos o magnetoscopios profesionales, distribuidas entre las pantallas por una mesa de mezclas. Una pantalla táctil delante del ingenio permite al público elegir formas de combinación de las imágenes que resultan espectaculares.
El sistema, que ya funciona en una discoteca de Amsterdam y en un local de Berlín Oeste, puede servir, según el representante de Philips, "para una discoteca, para publicidad o para mostrar artículos, por un precio superior a los 60 millones de pesetas". Mucho más baratos son los sistemas de videodisco de esta marca preparados para la enseñanza o la demostración comercial, y que combinados con un ordenador, permiten hablar con la máquina.
La obsesión por la seguridad
Casi todos los expositores han forzado al máximo su imaginación para ofrecer artículos protegidos del uso por parte de extraños. La misma Philips presenta un vídeo que sólo funciona previa introducción de un código personal (VR-6660, 120.000 Ptas), y una serie de autorradios (DC-751, alrededor de las 100.000 Ptas) que se inutilizan para el funcionamiento si el usuario equivoca varias veces el código personal de uso. Una etiqueta en el vidrio del coche permite avisar de este extremo a los amigos de lo ajeno. En el terreno del sonido, las novedades y las sofisticaciones cada vez más elevadas de los aparatos populares -radios y casetes, entre otros- compiten ferozmente.Como ejemplos se pueden citar los microrreceptores de radio de calidad walkman que ofrece la firma japonesa Aiwa y que cuenta con mando a distancia y ecualizadores (sobre las 40.000 Ptas), y la grabadora FX-1120 que permite cargar de una vez cinco casetes, e incluso programar las mejores 15 canciones que se pueden escuchar a continuación (se vende el aparato junto a una cadena completa por 350.000 Ptas). La misma empresa presenta autorradios provistos de mando a distancia (CT-X500) con una tapa que impide advertir su presencia a primera vista. Un micrófono especial permite transmitir mensajes a unos 25 metros emitiendo en frecuencia modulada (WM-Z5, 10.000 Ptas).
La firma Roland, especializada en el campo musical, presenta como novedades un piano electrónico que permite el aprendizaje con ordenador (Pianoplus, a partir de las 150.000 Ptas).
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