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El 'rock duro' se enfrenta al Senado en Estados Unidos

Francisco G. Basterra

El rock duro norteamericano se enfrentó esta semana al Senado en una extraordinaria audiencia pública dirigida a debatir si las explícitas letras de esta música, que utiliza descarnadamente el sexo y la violencia, pueden o no corromper a la sana juventud de la era Reagan. Respetables senadores y senadoras, vestidos como tales, escucharon sin pestañear a los grandes del rock, que no cambiaron su indumentaria de marca para la ocasión, y contemplaron en grandes pantallas de televisión ejemplos de porno-rock o rock-guarro. Frank Zappa ridiculizó la propuesta de controlar los discos.

El presidente del Comité de Comercio, ante el que se efectuó la audición, se creyó obligado a advertir que las palabras e imágenes que se iban a utilizar podían afectar a la sensibilidad de muchas de sus señorías.Este espectáculo, que hizo olvidar por unas horas los tediosos debates sobre la reforma fiscal o la ley de inmigración, tenía como objetivo ver si es posible establecer un sistema de advertencia previa de los contenidos de los discos. Para el músico Frank Zappa, uno de los grandes sacerdotes del rock en EE UU, lo que se pretende es una censura previa que puede suponer una limitación, según afirmó ante el comité, a la enmienda primera de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión.

Todo comenzó cuando Tipper Gore, una atractiva mujer rubia de 36 años y madre de cuatro hijos, escuchó el disco de Prince Darling Nikki, que se refiere a una mujer masturbándose con una revista. Tipper, que casualmente es la esposa del senador Gore, pensó que era demasiado. Con la ayuda de Susan Baker, la esposa del secretario del Tesoro, James Baker, formó un grupo llamado Parents Music Resource Center (PMRC) que inició una cruzada contra el porno-rock.

'Una porquería'

El grupo de presión PMCR quiere que la industria del disco ponga una etiqueta en el producto con una advertencia genérica, suministre las letras a los compradores antes de la venta para que éstos sepan qué adquieren y por último, se cree un comité que decida qué discos deben ser identificados como potencialmente peligrosos. La cuestión es muy clara, afirmó la senadora Paula Hawkins: "Cómo impedir que los jóvenes sean expuestos a palabras e imágenes que pueden ir en contra de las creencias y valores de sus padres".Para el presidente del comité, el respetado senador John Danforth, muy temido en la Casa Blanca en los temas comerciales, "se trata de crear un mecanismo que permita al menos que la. gente sepa lo que contiene el disco". No se trataba de aprobar una legislación restrictiva, porque legalmente sería muy dificil. Sin embargo, el senador Hollings advirtió: "Esta música no tiene ningún valor social. Es directamente una porquería, y tenemos que hacer algo. Si yo encontrara alguna fórmula de hacerlo constitucionalmente, lo haría".

Respuesta de los músicos

Frank Zappa dijo que las peticiones del PMRC son equivalentes "a tratar la caspa decapitando al que la sufre".Dee Snider, del grupo heavy Twisted Sisters, vestido con un raído tejano y una camiseta, y con el pelo pintado en tres tonos, que le caía por la espalda, fue la estrella de la reunión. Su disco Under the blade, que dice "tus manos y tus piernas están atadas, vas a pasar por mi cuchillo", está en los primeros números del hit parade de letras objetables por el comité de buenas costumbres. Snider se declaró "un cristiano que no bebe, fuma o usa drogas", y afirmó que las críticas del PMRC son "escandalosas". "No han entendido ustedes mi disco", dijo, "se refiere al miedo a la cirugía". El cantante John Denver y los representantes de la industria discográfica también se opusieron ante el comité a convertirse en jueces de sus productos.

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