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El Gobierno se muestra por primera vez pesimista sobre el futuro del AES

El ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, se mostró ayer escéptico sobre las posibilidades de futuro del Acuerdo Económico y Social (AES), aunque insistiera en su deseo de que continuara la política de concertación con los interlocutores sociales. Almunia, en un encuentro con un grupo de periodistas, reconoció que el AES, cuando dos de los tres firmantes piensan que está muerto, "no es un caballo sobre el que se pueda apostar".

Por primera vez, un miembro del Gobierno, tan directamente implicado en el Acuerdo Económico y Social, como el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, ha mostrado públicamente su pesimismo sobre las posibilidades futuras del acuerdo. Almunia afirmó que "no soy tan ingenuo como para pensar que el AES goza de buena salud. Y desde luego, cuando dos de los tres firmantes opinan que el acuerdo está tan mal, el AES no es un caballo sobre el que se pueda apostar".Almunia rechazó las acusaciones de CEOE y UGT sobre el posible incumplimiento del AES por parte del Gobierno. "Yo", dijo el ministro, "no quiero echar más leña al fuego, aunque leña haya, pero al Gobierno no puede acusársele de incumplir el acuerdo porque no es cierto" Almunia insistió en que lo ideal -"y yo así lo deseo"- es que se vuelva al diálogo.

El ministro de Trabajo, que mantuvo una reunión con periodistas para explicar la actual coyuntura laboral, se mostró moderadamente optimista sobre la evolución del paro. Aunque destacó que, por primera vez, se había observado una disminución del paro registrado durante cinco meses consecutivos, no descartó que volvieran a producirse nuevos incrementos de las cifras de desempleo. "Creo", dijo, "que en estos temas hay que ser muy cauto y que no se pueden echar alegremente las campanas al vuelo". Joaquín Almunia reconoció que, a pesar del aumento de las contrataciones, la encuesta de población activa (EPA) demostraba que la población ocupada, es decir, el número de empleos, había disminuido en el último año. "Pero también es verdad", añadió, "que el ritmo se ha desacelerado".

Las declaraciones de Almunia coinciden con las valoraciones de Marcelino Camacho realizadas a la agencia Europa Press en las que insiste en que el AES nació enfermo y ahora "se encuentra ya cadáver". Camacho añadió que el acuerdo, "no era más que una operación de maquillaje, como ahora se ha demostrado". Por su parte, el Grupo Popular quiere que los firmantes del AES (el presidente del Gobierno, Felipe González, el presidente de la patronal CEOE, y el secretario general de UGT, Nicolás Redondo) expliquen ante el Parlamento los problemas que existen para el cumplimiento del acuerdo. Cuevas, según fuentes de la organización empresarial, ha anunciado que no tiene ningún inconveniente en comparecer ante el Parlamento.

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