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América Latina experimentó una fugaz recuperación económica en 1984

Los países del Cono Sur latinoamericano, como el resto del continente, experimentaron una recuperación fugaz a finales de 1983 y principios de 1984, pero índices de crecimiento económico en disminución o negativos se volvieron a presentar a finales del año pasado, según el informe anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dado a conocer ayer.

El pesado coste del servicio de la deuda externa y los números negativos de la balanza comercial oscurecen el panorama para Argentina, Chile y Uruguay, advierte el BID en el documento, titulado Progreso económico y social en Latinoamérica. El producto interior bruto (PIB) de Argentina creció sólo un 2% en 1984, comparado con un aumento del 2,9% del año anterior, a raíz del programa de austeridad puesto en práctica. El Gobierno Alfonsín pretende simultáneamente reducir la inflación, reactivar la producción, mejorar los salarios reales, aumentar las exportaciones y disminuir el déficit del sector público. La deuda externa argentina es de 48.000 millones de dólares.

La inflación se salió de control en 1984 y en la primera mitad de 1985. El año pasado hubo una inflación promedio anual del 626,7%, a pesar de los esfuerzos por controlar la expansión monetaria y reducir el gasto público.

Mal en Chile

En Chile, las perspectivas económicas descansan casi por completo en los precios internacionales del cobre y en las tasas de interes, así como la disponibilidad de financiación externa en los próximos años, dice el informe. Bajo la fiscalización del FMI, Chile, cuya deuda externa es de 21.000 millones de dólares, buscará ampliar su sector exportador y de sustitución de importaciones en los próximos dos años.

La frágil recuperación económica chilena iniciada en el tercer trimestre de 1983 perdió fuerza durante el segundo semestre de 1984, según el BID. El crecimiento económico del año pasado fue del 5,9%, tras una caída del PIB de casi un 15% con relación al nivel de 1981. El índice de desocupación en septiembre del año pasado era del 18,5% de la fuerza laboral.

Por otra parte, a la aguda recesión económica uruguaya en 1982-1983 siguió una caída del 1,8% en el PIB el año pasado. No obstante, las exportaciones del país comenzaron a recuperarse a finales de 1983. Pero esa recuperación fue fugaz al aumentar el déficit fiscal, la inflación y la desocupación a raíz del debilitamiento económico y fiscal ocurrido en el segundo semestre de 1984. Las exportaciones tradicionales, como la carne, disminuyeron, aunque las de lana aumentaron de manera estable y las no tradicionales lo hicieron modestamente. El servicio de la deuda externa, de 5.000 millones de dólares, continúa absorbiendo una gran cantidad de los ingresos por exportaciones, hasta llegar a casi un 31%. Cualquier recuperación debe basarse en la reestructuración de la deuda externa.

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