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Reportaje:

Las películas del oso" Yogui y los Pitufós ya se dibujan por ordenador

El oso Yogui y los Pitufos han entrado en la era de la cibernética. Computadoras que ditribuyen colores y cámaras que trabajan solas, sin hombres, están simplificando el laborioso proceso de la creación de los dibujos animados. Christopher Odgers, un niño precoz que comenzó experimentando con técnicas electrónicas para crear dibujos animados cuando era estudiante universitario, está acelerando la producción y haciendo disminuir los costes en la multimillonaria industria de los dibujos animados. Los estudios Hanna-Barbera, fundados en los años cuarenta tras la creación de los dibujos animados de Tom y Jerry, han invertido ya 10 millones de dólares (unos 1.660 millones de pesetas) en la creación de un ordenador bajo la dirección de Odgers.

Lápices electrónicos

Los artistas utilizan ahora lápices electrónicos para colorear los personajes de los dibujos. Un artista se sienta frente a una pantalla de ordenador; en la parte baja, se encuentra una paleta electrónica con colores, cada uno con un código. Para pintar de amarillo el sombrero de Yogui, por ejemplo, el artista mueve el cursor en su pantalla, aprieta el código respectivo y Yogui tiene su sombrero amarillo. Ahora, colorear a Yogui por completo toma entre 30 segundos y dos minutos. Antes, eran precisas horas o días. Se necesitan unos 15.000 dibujos para un sólo cartoon de 22 minutos.

Una vez que los dibujos han sido introducidos en el ordenador y se ha llevado a cabo el proceso de coloreado, un técnico instruye a la máquina sobre qué personajes y qué escenarios van en cada trama, junto con efectos ópticos tales como el zoom o un acercamiento o alejamiento rápido. El ordenador realiza las mezclas, convierte las imágenes en señales de vídeo y las graba en cintas, que posteriormente serán editadas.

Este sistema permite que el ordenador continúe trabajando durante la noche, mientras los artistas descansan en sus casas. El ordenador puede trabajar hasta con seis cartoons al mismo tiempo. Pero para recordar a los artistas que trabajan con ficción, los ordenadores tienen nombres adecuados: Azarel, Astro y Gazoo.

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