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Bonn envía expertos a EE UU para analizar su participación en la 'guerra de las galaxias'

Una delegación de 30 expertos de la República Federal de Alemania (RFA) salió ayer hacia Washington para discutir durante 10 días con autoridades norteamericanas las perspectivas de la eventual colaboración germana en la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI). Los expertos llevan un paquete de más de 200 cuestiones, con el que pretenden aclarar los aspectos problemáticos de tal proyecto.

Fuentes oficiales de Bonn manifestaron ayer que el posible acuerdo intergubernamental de cooperación en la SDI -también conocida como la guerra de las galaxias- dependerá de las respuestas norteamericanas a las peticiones clave germanas sobre un libre acceso a las nuevas tecnologías. Con la boca pequeña, los funcionarios reconocen que las posibilidades son escasísimas."Las probabilidades de persuadir a los norteamericanos de que den vía libre a un intercambio de información son casi nulas", dice uno, de modo oficioso. "Nunca han llegado a ningún acuerdo con aliado occidental alguno que per mita el acceso a secretos militares de alta tecnología".

"Es muy importante para nosotros que cualquier acuerdo descarte la calle tecnológica de sentido único y asegure un intercambio en los descubrimientos que se logren", dice un portavoz gubernamental. "Nuestro principal objetivo es la calle de doble sentido. Es lo que siempre hemos querido y lo que seguimos queriendo".

La delegación germana, presidida por Horst Teltschik, asesor de Helmut Kohl en política exterior y defensa, va a entrevistarse con representantes del Pentágono y de los departamentos de Estado y de Investigación, así como con científicos representantes de la industria privada que aspiran a participar en la SDI.

Fuentes de la RFA manifiestan que el equipo desplazado a EE UU lleva una lista de 220 preguntas relativas a la participación alemana en la SDI, a la transferencia de tecnología, a patentes, a precios y a compensaciones.

La salida de los comisionados desde Bonn coincidió con la revelación por la televisión de la RFA de que EE UU fabricó, entre 1981 y 1984, unas 400 bombas de neutrones con la intención de estacionarlas en territorio alemán. El Pentágono desmentió anoche que tenga ese propósito.

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